domingo, 21 de diciembre de 2014

MIS NAVIDADES






 Primero llegaste pura.
¡Navidades de inocencia!

Magia y risas contagiosas
en tus noches de zambombas.
Mañanas de villancicos
y tardes de charla al fuego
rodeado de cariño.
Y una fe limpia y sincera
en el niño de Belén.

¡Dulce y blanca Navidad
de una infancia alegre, plena...!

Llegaste después vestida
con luces de mil colores.
Venías anunciando fiesta
y promesas de algo eterno
con destellos de neón.

¡Navidades soñadoras
de mi juventud primera!

Más tarde fuiste muriendo
en mi corazón de hombre,
un poquito cada día.
Venías ya casi desnuda,
enseñando tus vergüenzas:
consumo y falsas promesas
de ser mejores personas.

¡Tanto brillo de oropel!
¡Tanta rutina y exceso
terminaron por sacarte
de mi corazón escéptico!

Hoy sólo queda el recuerdo.
Dulces recuerdos de tiempos
en que soñaba despierto.
Hoy sólo el sabor lejano
de unas fechas casi mágicas
que espoleaban mis sueños.
Hoy sólo oigo el murmullo 
de mil palabras vacías
que se repiten sin fe.
Hoy la Navidad se fue
y quedó la hipocresía.

Y sin embargo, no obstante,
la Navidad siempre vuelve,
pocas cosas han cambiado.
Y por eso, pese a todo,
y en honor a la verdad,
con toda sinceridad,
cuando llega el fin de año
no puedo por menos que,
                          desde mi  yo más profundo,
                          desear a todo el mundo

    ¡¡UNA FELIZ NAVIDAD…!!

                                      

¡¡¡FELIZ NAVIDAD Y AÑO NUEVO, QUERIDOS AMIGOS!!!

 









lunes, 8 de diciembre de 2014

Soneto LVI (Escribir)







Escribir es un grito solitario en la noche

que libera la angustia que nos llega en el día,
es consuelo del alma, es dejarla vacía
de pesares y miedos que incitan al reproche.

Escribir es entrega, sacrificio, derroche

de nobles sentimientos y tenaz valentía;
es tapar la tristeza, desnudar la alegría,
es cerrar cada herida con poético broche.

Si por penas de amores afligido caminas

o sientes que la vida te golpea de lleno,
si tu mundo es tan solo un lugar entre ruinas...

no lo dudes, escribe, ya febril, ya sereno,

y verás como al punto con las penas terminas
liberando tu alma del pesar del veneno.






domingo, 30 de noviembre de 2014

ovillejo y silva











 Ovillejo


Etérea cual tutú
eres tú.

Celosa está de tu olor
la flor.

 Su luz robas a la estrella
más bella.

Y por ello, mi doncella,
de aquí al lejano confín,
de todo bello jardín
eres tú la flor más bella.





O O O O O O O O O O O O O O O 








Tu sonrisa (silva galante*)

Extasiado contemplo tu sonrisa
cálida, luminosa,
delicada cual pétalo de rosa,
fluyendo como brisa,
suavemente, sin prisa,
desde el cielo infinito de tus ojos
a tu boca de fresa,
tan dulce cuando besa
como el néctar azul de la mañana
que llama a mi ventana
en cada aurora nueva que regresa.




(*) http://paisajesquerretornan.blogspot.com.es/2013/11/beso-de-princesa-silva-galante.html

















sábado, 22 de noviembre de 2014

Ternura







No se trata solamente
de gemir sobre tu vientre mientras muero.
No se trata solamente
de aliviar todo el torrente de mis venas.
Ni se trata de alcanzar raudo la cima
escalando las paredes escarpadas de tus senos.
No es sólo buscar alivio para el fuego que me abrasa,
ni es dar permiso al deseo un domingo por la tarde...

Es más bien cuestión de tacto,de ternura.
Se trata de explorar mares aparentemente calmos
en busca de sueños nuevos.
Se trata de fondear en tu isla solitaria con un bajel de caricias.
De avanzar serenamente hasta el centro de tu anhelo
y allí explorar la espesura de tu humedecida jungla.
Y,sobre todo,se trata,de hacer que aflore la dicha.
Y guardar entre mi piel la alegría de tu gozo
para el resto de los días,de los años,de la vida...
para llevarla conmigo.


Se trata,en definitiva,
de dejar en ti mi huella de marino vagabundo,
de bañarte con el agua de este río de soledad
de tantas noches en vela.
De hacer que aflore a tu cielo
todo ese amor que guardabas celosamente escondido
entre sueños sonrosados de doncella ilusionada...

De eso se trata,mi amor,
de inventar,entre tú y yo,un mundo nuevo,perfecto:
un mundo de amor eterno sólo habitado por dos.


                                                   

                                                      28/3/2011 (Reedición)


domingo, 16 de noviembre de 2014

Espejos







Silenciosos y mudos,
en feliz duermevela
viven agazapados
en salones, en baños,
en sombrías entradas,
acechando a sus víctimas
para abrirles el alma.

Elegantes, pulidos,
obstinados mirones,
con sus ojos de vidrio
nos estudian por fuera,
nos agitan por dentro,
sin piedad nos hostigan
sin dejar un resquicio.

Descarados, chismosos,
nos desnudan el alma,
nos golpean el ego
con sus frías miradas
de siniestros reflejos,
nos perturban el juicio
sin moverse del sitio...

¡los malditos espejos!





   


viernes, 7 de noviembre de 2014

Haikus 49-50 (Flores) y Tanka





Haiku 49

Cesó la lluvia.
Las flores se acicalan
y hablan del tiempo.








Haiku 50

Flores en tiestos:
 prisioneros suspiros
de primavera.








TANKA 2

A fuego lento
van templando los besos
tibios anhelos.
Los míos arderían
con solo tu mirada.


lunes, 3 de noviembre de 2014

¡Oh,musas! (liras)


     El Parnaso (1761) de Anton Rafael Mengs  (Neoclasicismo)



Oscura está la senda
que lleva hasta la cima del Parnaso;
por mucho que yo ascienda
siempre me quedo a un paso
de las célebres musas, siempre escaso.

No fluyen las palabras
ni en esta dulce hora del ocaso;
solo ideas macabras
que no vienen al caso
son las que certifican mi fracaso.

¡Oh musas! Si otros días
fuisteis tan generosas con mi canto,
¿por qué os mostráis tan frías?
Devolvedme el encanto
del divino versar: ¡parad mi llanto!


domingo, 26 de octubre de 2014

El arroyo









Eran aquellas unas primaveras de lluvias generosas que inundaban los valles arrastrando monte abajo las cicatrices que se dejó en la tierra la aridez del invierno. Apenas caían las primeras gotas, se formaban hilillos de agua negra que arrastraban la mugre acumulada durante meses en la tierra baldía. Enseguida esos hilillos se juntaban con otros para crecer y descender laderas en forma de regatos alocados que, cual adolescentes impulsivos, arrastraban hacia el valle piedras, ramas y matojos ya resecos con los que erosionaban el suelo hasta conseguir encajonar el torrente en un cauce a la medida.

Cuando los regatos llegaban al valle, se unían al padre arroyo que bajaba del norte brincando entre peñascos o deslizándose por suaves desniveles alfombrados de pequeños y blanquísimos cantos rodados. Bajaba aportando al espectáculo de la primavera su propia banda sonora, una cantarina y monótona melodía de dulce sonsonete con arreglos de espuma.



                    



En sus riberas, el trébol extendía retales verdes junto a los serios juncos que, en espigados ramilletes, balanceaban sus escuálidos tallos al compás de la música del agua, hasta conseguir mirarse, presumidos y coquetos, en el espejo del río. Delicadas matas de poleo, de presta, de hierbabuena, bañaban sus raíces en la tierra húmeda de las orillas mientras saturaban el aire con aromas mentolados. Y, en mitad del arroyo, allá donde la corriente se hacía balsa serena, algún nenúfar de flores amarillas jugaba a reposar su bella levedad.

 Más adelante, cuando el desnivel del terreno se convertía en pendiente, como en una loca carrera, el agua tornaba a saltar con fuerza por encima de los peñascos redondos con su desbordante alegría de río joven  para caer después formando delicadas cortinas, tan delgadas, que se podía ver a través de ellas el verdor oscuro y misterioso de los musgos asidos a la piedra. Luego, como en una explosión de perlas, estallaba en mil gotitas, mil diamantes transparentes y juguetones acicalados con destellos irisados que pintaba en ellos el sol del mediodía.



                             



 Aquellas mañanas de las primaveras de mi infancia junto al arroyo dejaron en mí un recuerdo tan intenso, con un sabor tan dulce a naturaleza en estado puro que, en más de una ocasión, me ha servido para atemperar el ardor de las heridas que me han ido dejando en el alma, a lo largo de los años, las diarias y resecas batallas por la vida.




(Imágenes tomadas de internet)













martes, 21 de octubre de 2014

Soneto LV (El alma en cada nota)






                                         A Paco de Lucía

                  Sus manos, dos palomas encantadas
bebiendo de seis ríos de metal;
sus ojos, limpios lagos de cristal
con brillos de mil noches estrelladas.

Acordes como agudas puñaladas
al mismo corazón -dulce puñal-;
cadencias que con arte magistral
llenaban de color las madrugadas.

Hablaba la guitarra y él sentía
que al cielo se elevaba cual gaviota
en busca de la luz del nuevo día:
pues se dejaba el alma en cada nota.

Hoy la mía tan solo es alma rota
que al saber de tu adiós, vaga sombría.



viernes, 10 de octubre de 2014

Geisha





De nuevo llora Willians en mi viejo pecé 
y esa boquita roja 
sobre níveo rostro de fina porcelana, 
enciende mis recuerdos. 
Y hacia el palacio gris de la nostalgia 
parecieran volar las notas de violín 
en busca de tus ojos almendrados, 
de tu imagen de geisha azul, lejana. 
Y acuden en tropel aquellos días 
en que te ibas dejando sin saberlo 
melosas pinceladas de ti por los rincones 
de mis horas sin alma. 

Regresan los recuerdos 
golpeando con fuerza en mi ventana 
cual fantasmas surgidos de la niebla 
pidiendo que les abra, 
que me traen prendido en sus embozos 
tu rostro de princesa enamorada 
para hablarme de nuevo de promesas, 
de sueños imposibles, 
de viajes sin rutas ni destino, 
de pobladas y amenas soledades,
de anhelos infinitos en la noche, 
de aquel tiempo feliz y compartido 
bajo una luna llena sólo nuestra. 

Y acuden,enlazadas con las notas,
tus hermosas palabras,
aquellas que impactaron como dardos 
en mi yerma desgana 
para sembrarla de fértiles semillas 
que al brotar se dejaron en mi huerto 
feraces plantaciones de esperanza.

Pero -¡ay!- esas notas 
 me traen también olvidos y distancias 
que se elevan como una cordillera 
que levanta sus crestas imposibles 
entre mi corazón y tu silencio,
entre tu frialdad y mi nostalgia,
hiriendo mi ilusión como una espada 
entre la oscura noche de mi ocaso 
y la brillante luz de tu alborada.


jueves, 2 de octubre de 2014

Otoño







La tarde nos regala aromas inocentes,
como de niño chico,
tras los gruesos olores del verano.
La luz se ha vuelto tibia, delicada.
El alma se sosiega
y los ojos,
cansados de relumbres,
otean las alturas en busca de aire fresco.

Es el plácido otoño
que vino de repente.
Llegó ayer, en silencio,
cargado de tristezas amarillas
y ocres melancolías.
Más tarde,
cuando se vuelva viento,
rondará por las noches silbando en las ventanas
de doncellas ardientes.
Y al alba traerá
bandadas de hojas muertas
descendiendo en zig-zag:
de mi alma a la tuya,
de tu alma a la mía.

Otoño reincidente,
matando un año más,
sin premeditación ni alevosía,
el brillo de oropel de otro verano...

 Cuando lleguen tus tediosos domingos
de interminables tardes,
soñaré con sus ojos,
dibujaré sus labios con mi dedo
en el húmedo vaho de la ventana.
Y luego miraré como se elevan en raudos remolinos,
desde el parque desierto,
las hojas de los álamos mezcladas
con sucias servilletas de papel
que el verano olvidó entre los parterres...

Otoño de tristezas amarillas,
de ocres melancolías.
Otoño de sosiegos...

Es el plácido otoño
que llegó, de repente.


     De "Versos al atardecer" -  Octubre-2010 (Reedición)

 

 

 

 



sábado, 27 de septiembre de 2014

Beber de ti





Si no acudo a diario
sediento de belleza
a beber de tus versos,
la noche me resulta
vana espera del sueño,
vigilia atormentada.

Si no palpo el latir
del tierno corazón
que late en tus poemas,
imposible sería
convertirme en gaviota
sobre la blanca playa
de un mar de olas prendidas
de tu sonrisa alada.

Si yo nada supiera
de tu voz, de tu numen,
sería náufrago errante
en un mar turbulento
perdido entre la niebla.
Errante peregrino
sin norte ni reposo
volando hacia el abismo
de los muertos sin nombre.

Beber de tu poesía
me ha dotado de alas,
me ha convertido en fénix,
me ha elevado a la cima
de los sueños eternos.





lunes, 22 de septiembre de 2014

Haikus 47-48 (Caminos)






Haiku 47

Todo tu embrujo
viajando hacia la aurora
por seis caminos.












Haiku 48

Hierro y madera
-la luna por testigo-:
se oxidó el tiempo.





miércoles, 17 de septiembre de 2014

Los últimos amantes











Ríen los últimos amantes junto a un mar ya tranquilo, en los atardeceres de este final de un verano atípico y extraño. Ríen y afloran en sus risas todos aquellos besos que volaron gozosos de unos labios borrachos de deseo a otros labios heridos por la espera.

Se atemperan las tardes de este septiembre neutro y anodino.Mientras, sus días obreros van torneando una preciosa cuna con maderas de haya, de sauce, de castaño...para el otoño-niño que llegará una tarde cualesquiera entre brillos dorados y entre sábanas tibias.Y un viento renovado anunciará, con ráfagas de lluvia, su feliz nacimiento.
Nos llegará el otoño con un sol amarillo bajo el brazo y una risa de ámbar transparente que hará brotar, cual manantial divino, el mosto azucarado de las cepas.

Se despereza la luz de la mañana sobre los tejadillos repletos de vencejos soñolientos aún. Más allá de las torres sin almenas, se desnuda la sierra de perennes verdores y se pone su camisón de niebla para dormir un sueño que durará seis meses, hasta la primavera.

 Es tiempo de nostalgias, de añoranzas de unos días sin horas y sin prisas que, al igual que las aves migratorias, se escaparon huyendo de los fríos. Es tiempo de reposo, de planes y proyectos para el futuro incierto que, como un tren ya cansado y abatido, nos lleva sin remedio,entre enormes volutas de humo negro,hacia el túnel oscuro del invierno.

Los últimos amantes dejan atrás la playa y marchan a sus casas de cálidos salones. Se llevan, guardados bajo llave y en cofres de colores, las risas y los besos del último verano. Es su mayor tesoro.