lunes, 26 de noviembre de 2018

Espejismo




Llegaste a mi vida desde el desamparo
de un mundo sin alma que ataba tus manos,
venías sonriendo, con miedo en los ojos,
buscando el calor que abriera tus alas.

Creíste que yo podría ser la llama
que obrara el milagro de tu eterno vuelo,
pero no sabías que el frío de mi alma
era aún más frío que el gélido hielo.

Te acogí a mi sombra sin un plan previsto,
sin pena ni gloria, sin táctica alguna.
Pasaron los días y no cambió nada,
tan solo dejé de hablar con la Luna.

Pues eran tus ojos los que me alumbraban
en noches oscuras de lluvia, de viento
y era tu belleza de diosa cercana
la que me llenaba de gozo por dentro.

Celebré el triunfo sin triunfar en nada,
por el solo hecho de verte a mi lado.
Creí que la vida me daba un abrazo,
que era de justicia lo que fue un milagro.

Nadie me engañó, me engañé yo solo,
porque obvié tus ojos abiertos a un sueño,
porque no besé tus labios rosados,
porque nunca, nunca te dije “te quiero”…


domingo, 21 de octubre de 2018

Pálido fulgor


                


           Amémonos un día cual dos sátiros locos
            para poder sentirnos eternos, inmortales
            al menos por un día


Si tu luz fuera flama de soles agosteños
y no destello pálido de luna entre palmeras,
yo sería el ruiseñor que acunara tus sueños
más cálidos, más bellos,
con la dulce canción de mi trino amoroso.

Si tu risa no fuera la triste melodía
del río que se amansa entre sauces que lloran
y sí la danza loca de un riachuelo salvaje
brincando suelto y libre  entre cantos rodados,
yo sería esa roca en medio del torrente
bebiéndome las gotas de espuma saltarina
de tu acuosa pasión.

Si tu mirar oscuro no presagiara llanto,
si tu abrazo forzado no fuera tan glacial,
si al amar simplemente te dejaras amor…
entonces las mañanas serían todas radiantes
como es esta de marzo que trae la primavera
para cubrir la tierra de vida, de calor,
de luz, de savia nueva…

¡Si supieras amarme  como un día imaginé,
 ninguna sombra errante asustaría a mis miedos!




lunes, 24 de septiembre de 2018

Tempus fugit





                   …Y volaron los días
sobre las inquietudes y los sueños,
sobre las alegrías y los miedos,
sobre la sensatez y los delirios.

Y volaron tan lejos
como la juventud y la ilusión,
como la fantasía y la pasión,
como la libertad y la utopía,
como el amor aquel que apenas fue
pero que sigue vivo en la memoria
con la fuerza imparable del misterio
que envuelve para siempre lo factible.

Y se fueron los días y, tras ellos,
se marchó para siempre la esperanza
de encontrarte una tarde entre las flores
recitando mi nombre cual poema
imprescindible y vivo.

Se fueron -¡ay!- tras el viento de marzo
en busca de unos sueños limpios, nuevos,
dejándome amarrado a los recuerdos
y abrazado a la gélida cintura 
de esa dama de ademanes sombríos
que solemos llamar Resignación.

lunes, 13 de agosto de 2018

Heterodoxo


Tal vez no todo sea tan sencillo
en este mundo nuestro de amantes "satisfechos"
y, bajo la obviedad de la simpleza,
nos espere dormido cualquier duende sin alma
de esos que juguetean con el destino
de los simples mortales
que creen que el amor consiste en copular
una vez por semana
homologando amor con subsistencia.

Quizás lo que hoy es luz intensa y fascinante,
se vuelva oscuridad
cualquier sábado de estos
y entonces, esos equilibrados besos nuestros,
tan tuyos y tan míos,
sin otra opción posible,
se pierdan río abajo de la vida
en busca de otras bocas más ardientes.

O quien sabe, quizás
cualquier tarde de estío,
de esas que se eternizan bajo un sol sofocante,
nos sumerjamos sin apenas quererlo
en unos ojos grandes y serenos
de promesas azules,
tan solo por nadar en otras aguas
menos mansas,
más frescas y excitantes.

Y es que el amor perfecto es utopía
instalada en los yermos corazones
para huir de la negra soledad.
Amar, sí, con el alma en cada encuentro,
pero siempre pensando que a este mundo
si hay algo que lo viste de colores
es su cautivadora variedad.


domingo, 29 de julio de 2018

Momentos (carpe diem)

        
Verdes islas
en un mar de infinitas soledades.
Pequeños manantiales
en mitad del desierto de la vida.
Gotitas de ilusión de ingente fantasía
deslizándose tímidas
por entre los resquicios del hastío
de mil días sin alma.

Instantes sin sentido
que colman de sentido la existencia.
Cúspides de pasión.
Corpúsculos de miel para endulzar
mil ríos de amargura.
Abrazo en la negrura al corazón.

Momentos como estrellas
en un cielo cubierto
de negros nubarrones de rutina.
Fantásticos momentos
para creer que somos
algo más que materia desechable.

¡Antes de que se entreguen al olvido!
¡Abrazad con pasión
los momentos felices de la vida,
antes de que la noche oscura y fría
os haga lamentar no haber vivido!



viernes, 13 de julio de 2018

¿Educación?





  
Me hicieron aprender los nombres de los reyes godos , de los hijos de Jacob, de las montañas más lejanas y de los ríos más largos y caudalosos del mundo, pero nadie me enseñó los nombres de los pájaros o de las flores que me encontraba cada mañana camino de la escuela.

Me hicieron aprender los nombres de los héroes de la patria vencedores en mil batallas contra el enemigo, pero nadie me dijo que en el otro bando también existieron los héroes.

Me obligaron a memorizar las fechas de mil batallas pero no me enseñaron que la fecha más importante para mí sería aquella en la que un día encontraría el amor.

Me educaron en lo conveniente y en lo superfluo y se olvidaron de lo fundamental. Y ahora todos se extrañan de mi actitud rebelde ante las normas sociales o ante la religión y me llaman por ello radical y hasta antisistema. Pero, ¿existe algo más radical que educar a un niño con la única intención de integrarlo en un sistema que es el que conviene a la clase dominante del momento?

El daño social de una educación tendenciosa, sea el sistema político totalitario o no, no sólo dura lo que dure la correspondiente legislatura, sino que sigue estando latente de por vida en las ideas de los individuos que la sufrieron y, por tanto, en la sociedad que esos individuos forman. Tal es el poder de la educación en la infancia. El hombre solamente alcanzará la categoría de ser libre cuando la educación que reciba lo sea también y para ello es imprescindible que esa educación esté desligada del sistema que la lleva a cabo, misión harto difícil conociendo los antecedentes, pero nunca imposible.

domingo, 29 de abril de 2018

Hablo de los cincuenta,tan lejanos.

                            Fotografía de Carlos Saura (España,años 50)

Por la Semana Santa
correteaba las calles
luciendo mi collar de cáscaras de huevo
–restos de las tortillas
que nos hacía mi madre cada año-
sobre mi pecho henchido
y una sonrisa en flor, como una aurora,
en mi cara de niño bien criado
a pesar de los tiempos.

En las fiestas,
sacábamos al sol nuestras mejores galas
y lucíamos los más sanos colores
en nuestra piel curtida de intemperies
y de penas adentro.
Eran tiempos aquellos de plena subsistencia,
sin planes de futuro.
Tiempos donde la vuelta cada noche
al hogar construido a base de penurias,
era la mejor parte que nos guardaba el día. 
Allí, junto a la hoguera de troncos generosos,
 no existían los amos, ni Franco, ni la Guardia Civil,
sólo la risa alegre de los hijos,
sólo la voz amable de la madre,
sólo el brillar intenso de los ojos
de la fiel compañera.

Tiempos de campo y luna,
de miedos y exclusiones.
Tiempos de inviernos crudos,
de perpetuas heladas sobre valles sombríos,
de lluvias generosas y monótonas
sobre viejos tejados con goteras…


Hablo de los cincuenta, tan lejanos,
tan fríos, tan desnudos…
Pero también alegres y hasta esperanzadores,
a pesar de la noche de los tiempos.


domingo, 4 de marzo de 2018

Te volveré a escribir

                                         


                                        Te volveré a escribir largas cartas de amor
en las pausadas tardes del otoño
cuando el terrible sol del último verano,
cansado ya de ardores y relumbres,
comience a dormitar
pintando las fachadas de amarillo.

Te volveré a escribir bellas cartas de amor
cuando el húmedo viento del oeste
me traiga aquel perfume
que llenaba de gozo mis mañanas.
Cuando la fértil tierra de estos valles
muestre su desnudez lozana y cálida
y abra sus tersos surcos
a los besos de nuevas sementeras.

Te volveré a escribir
versos de soledad en la penumbra
cuando sobre mi frente se marchiten
las rosas encarnadas del recuerdo
y tus besos de entonces se transformen
en frágiles palomas que me icen
hasta lo azul de un cielo ya inmortal,
manso y definitivo.

Sé que pronto, muy pronto,
cuando el río salvaje que arrastra mi nostalgia
hasta el inmenso mar de algas ondulantes
se torne en estuario imperturbable, plácido, decisivo…
                                        te volveré a escribir.                          



domingo, 11 de febrero de 2018

Estaciones de la vida





Afuera, la algarabía
de chiquillos alocados
que no paran de jugar.
Dentro de mí, la alegría
de la juventud primera,
de esa feliz primavera
repleta de libertad.

Afuera, el sol del verano
y a veces  pasos furtivos
que van a ningún lugar.
Dentro tú y yo, desquitándonos
de tanto sueño oprimido,
de tanto libro didáctico
y de tanta soledad.

Afuera, las hojas muertas
bailando un rítmico vals
con el viento del otoño.
Dentro, nuestro dulce hogar:
dos retoños malcriados
y un amor tibio y cansado
de tanta mediocridad.

Afuera ruge el invierno
y el viento llama con furia
golpeando en el cristal.
Dentro yo, solo, decrépito,
llorando tu larga ausencia
y añorando aquel verano
en que me enseñaste a amar.


jueves, 11 de enero de 2018

En cada nuevo otoño




Con cada nuevo otoño
vuelves a mí sonriente,
renovada y rotunda.

Te creces ante el tiempo
desafiando el fracaso
de las horas perdidas.

Eres agua de acequia
que nunca se evapora,
que busca cualquier grieta
en mis viejos recuerdos
para inundar mi valle
con ríos de ternura.

Me llegas envolvente
como el viento de octubre
al fenecer la tarde.

Y, como él, me anulas
los sentidos, el alma
hasta creer que existes
como antes, como entonces,
de nuevo en mis desvelos.

Eres sabor intenso
a besos infinitos.
Y, cual fruta madura,
estallas en mi boca
con la fuerza de un río
cuando la sed me abrasa.

Eres todo…eres nada
en cada nuevo otoño
de mi agostada vida.