sábado, 20 de octubre de 2012

Transgresores





De repente,
una noche de insólitos aromas,
te quemaste en la hoguera
de tus deseos ocultos.
Y una avalancha de besos impensables
me nubló la razón.
Y no vi ya más luces que tus ojos
alumbrando mis ansias.
Y no escuché más música estridente
que los suspiros locos
de tu loca garganta.
Ya sólo tu perfume me envolvió
con esencias de menta y albahaca.
Y esa noche,
tú y yo,
destrozamos a golpe de lujuria
todos los argumentos del pudor y el decoro,
todos los manuales del buen comportamiento
e hicimos que el amor,cautivo de las normas,
se elevara triunfante hasta un cielo infinito.