sábado, 27 de septiembre de 2014

Beber de ti





Si no acudo a diario
sediento de belleza
a beber de tus versos,
la noche me resulta
vana espera del sueño,
vigilia atormentada.

Si no palpo el latir
del tierno corazón
que late en tus poemas,
imposible sería
convertirme en gaviota
sobre la blanca playa
de un mar de olas prendidas
de tu sonrisa alada.

Si yo nada supiera
de tu voz, de tu numen,
sería náufrago errante
en un mar turbulento
perdido entre la niebla.
Errante peregrino
sin norte ni reposo
volando hacia el abismo
de los muertos sin nombre.

Beber de tu poesía
me ha dotado de alas,
me ha convertido en fénix,
me ha elevado a la cima
de los sueños eternos.