miércoles, 5 de junio de 2024

Sin dobleces

 


Siempre pensó que en el amor, como en la vida, había que darlo todo, había que entregarse por entero. Que guardar para sí parte de los sentimientos, por temor o por precaución, no era mostrar la auténtica cara de sí misma. Y así fue cómo actuó con todos durante toda su vida, sin dobleces, sin reservas.
Lo que no sabía es que, eso que ella creía que era una regla básica de la vida, no era más que una rara excepción, algo difícil de encontrar en los otros. Lo entendió muchos años después, cuando, ya anciana, un día se preguntó por qué estaba tan sola en este tramo final de su vida.
Y no halló respuesta.