viernes, 21 de marzo de 2025

Fragancias

 


A veces dudo si besé tus labios

y sé que los besé porque aún conservo

ese dulzor de eterna madrugada

entre estos labios míos ya desiertos.

 

A veces dudo si abracé tu cuerpo

y sé que lo abracé porque aún siento

que se abrasa mi piel cuando a la tarde

salgo a gritar tu nombre contra el viento.

 

Te amé, sé que te amé, aunque no pueda

decírtelo a la cara noblemente:

dejé que te marcharas, corza herida,

y tu adiós me dejó herido de muerte.

 

En noches como esta, cuando el aire

me regala fragancias ya olvidadas,

regresa a mi memoria aquel perfume

que exhalaba tu piel cuando me amabas.


                    Y entonces, las gardenias del jardín,
                      tan altivas en otras primaveras,
                      se rinden al aroma de tu cuerpo
                      que la noche les trae desde tu ausencia.