sábado, 22 de junio de 2024

Espejos

 


Silenciosos y mudos,

en feliz duermevela

viven agazapados

en salones, en baños,

en sombrías entradas,

acechando a sus víctimas

para abrirles el alma.

 

Elegantes, pulidos,

obstinados mirones,

con sus ojos de vidrio

nos estudian por fuera,

nos agitan por dentro,

sin piedad nos hostigan

sin dejar un resquicio.

 

Descarados, chismosos,

nos desnudan el alma,

nos golpean el ego

con sus frías miradas

de siniestros reflejos,

nos perturban el juicio

sin moverse del sitio...

 

¡los malditos espejos!


                     

10 comentarios:

  1. Me miro poco
    me gusta leerte
    El verano ya esta aqui
    Beso y suerte

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  2. Toda una personalización de los espejos, Joaquín...Ellos, como bien dices, "nos desnudan el alma, nos golpean el ego y nos perturban el juicio". Una crítica rotunda, clara e irónica y con un punto de humor, que nos hace sonreír...Pero es así, los espejos son terribles y a veces nos prueban y traicionan. Muy bueno, amigo poeta.
    Mi abrazo entrañable y feliz domingo, Joaquín.

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    1. Así es, son los eternos jueces que nos juzgan cada día desde las sombras.
      Gracias María Jesús.
      Un abrazo

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  3. Han visto de todo.
    Son los notarios del tiempo.
    Cada día dan fe de hacia dónde vamos...

    Saludos.

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    1. "Son los notarios del tiempo", muy bueno, me quedo con eso.
      Gracias Toro.

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  4. Espejito espejito :)
    Maestros que enseñan dónde acaba la vanidad.

    Abrazo, Joaquín.

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  5. Oootra preciosidad de las tuyas, mi querido JOAQUÍN! hace unas semanas que no me pasaba por los blogs por culpa de que me llegó un aluvión de trabajo del que no podía salir ni para respirar y llego aquí, y el reflejo de tus espejos me deslumbra jaja es verdad que a veces resultan tan molestos que mejor no mirarse, sobre todo recién levantada de la cama jajaja después la cosa es más llevadera, lo que es cierto es que a solas frente a ellos no hay escapatoria, sobre todo cuando nos reflejan lo que nos bulle dentro : )
    Un placer leerte siempre, un fortísimo abrazo!!

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    1. Esa es la clave, que nos suelen reflejar más el interior que el exterior. Al menos, conmigo, se ceban.
      Dicen que el trabajo es salud, pero cuando es mucho y agobia, casi preferimos estar un poquito enfermos :)
      Gracias por tu generoso comentario, María.

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