lunes, 25 de febrero de 2013

Soneto XL (Sediento de tus besos)




                                     
                                        Soneto blanco

Por las sendas del parque solitario
silba el viento buscando  tu fragancia
y en el trance silente de la tarde
tu recuerdo golpea mi alma herida.

No hay momento ni espacio ni lugar

sin tu sombra rondando mi tristeza,
ya no puedo arrancarte de mi mente:
te quedaste habitando mi abandono.

Y es por eso que vivo sin vivir

con tu imagen tatuada en mi retina,
con tu nombre manando de mi boca.

Mas,si fuera posible regresar

hasta el punto en que todo comenzó,
volvería sediento de tus besos.




lunes, 18 de febrero de 2013

Música



                   "El que escucha música siente que su soledad,de repente,se puebla"
                                                 Robert Browning,poeta inglés (1812-1889)



Voz dormida en los acordes del tiempo,
lenguaje de los dioses,
eres,música,el bálsamo suave y milagroso
que sana cicatrices en el alma.

Hija del viento helado
que silbaba en las noches primigenias
del Olimpo sagrado,
antes de que los dioses
sucumbieran a los falsos destellos
del oro de los hombres.

Tú eres río de dicha
para el espíritu reseco ya,amargado.
Catarata de vida
para las flores mustias
que se ajan por los prados del olvido.

Son tus notas
curiosos duendecillos que se adentran
por las grutas oscuras del oído
hasta llegar al cálido habitáculo
de un corazón que late apresurado
al sentir tu presencia.

Música que emociona y estremece,
que enamora y que mece
los sueños encerrados
en tarros transparentes
de tantas noches mágicas y locas.

Eres como la seda sobre la nívea piel
de doncella dormida.
Eres luz en penumbra,
locura que sosiega.
Dulce néctar volátil
que va endulzando el aire
con gotitas doradas de sutiles acordes.

Eres y serás siempre
el bienhechor aliento
de los dioses sagrados y lejanos
que calma las tormentas
del alma atormentada de los hombres.





miércoles, 13 de febrero de 2013

Nostalgia


                                      



Surgiste de la niebla,entre montañas,
entre grises estatuas dormidas,
como una diosa-niña,
como un rayo de sol bajo la fronda
de un bosque colosal,exuberante,
igual que tu ternura,
como una sombra errante
tras un sueño de amor dulce y sereno
forjado a la caída de la tarde.

Llegaste hasta mi puerta y golpeaste
con la fuerza del sol en la alborada.

Traías en el pelo
la esencia de la menta y el romero
y en tu boca,la miel
de esa dulzura innata
que rezuma tu cuerpo y que se escapa
por cada poro de tu ardiente piel.

Cuando en las noches cálidas,eternas,
una procaz e inmensa luna llena
con su pálida luz
cubra tu desnudez cual fina gasa,
al instante sabré 
que estás pensando en mí
y hasta aquí volarán para fundirse
cual dos gotas de lluvia,
tus suspiros de amor con mi nostalgia.
















sábado, 2 de febrero de 2013

En un recodo del tiempo






¡Cuánto tiempo sin mirarme!
¡Cuánto, sin explorar en mi fondo,
sin agitar mi conciencia!
¡Debo tener tanto trasto amontonado,
tanto sueño polvoriento!

Hace mucho que no bajo
a mi dormido silencio,
donde todo se quedó
inerte y aletargado
en un recodo del tiempo.
Donde todo fue a parar
desde entonces, sin remedio.

Hoy quiero volver allá
como el sol vuelve a mi huerto.
Hoy quiero clasificar,
por quedarme con lo bueno,
todo lo que yace muerto
en el recodo fatal.

Tuvo la culpa un agosto
preñado de juventud.
Tuvo la culpa el azul
de aquel cielo caprichoso.
Una ilusión tan ilusa
como pensar que la vida 
sería mañana mejor.
Un jugarte lo que tienes
para, al fin, perderlo todo.

Vuelve a silbar otra vez
el viento que me hace coro.
Vuelvo a llorar otra vez
el tiempo que llevo solo.
De nuevo vuelvo a pensar
en tu amor -en el recodo-
donde se quedó parado
para siempre,
desde entonces,
todo.

 
  (De "Versos al atardecer")