”La
vida es tan compleja, que solo la disfrutan plenamente
aquellos que lo ignoran ”
De figura menuda,
se mueve por los cielos de la vida
como esas golondrinas pendencieras
que viajan solamente por saber
si existen otras alas en el mundo
más veloces, más negras.
Sale cada mañana
a pasear las calles de su barrio
con la misma emoción del primer día.
A fondear en todas las miradas
en busca de tesoros escondidos
que dejen en sus dulces labios rojos
un sabor permanente y refrescante
de auténtico cariño.
No sabe quien es Dowm
–ni falta que le hace-.
Solo sabe que ella es diferente
a otras niñas que viven en su barrio,
pero solo por fuera.
Por dentro es toda vuelo de palomas
con tal ansia de azules que no hay
techo
que sirva de barrera a sus viajes
en busca de la estrella más brillante,
aquella que ilumine su camino.
Con su eterna sonrisa,
transita los serenos bulevares
de su mundo sin sombras
gritando que su vida es un regalo
de aquellos dioses-niños
que un mal día de celestial soberbia
expulsaron por siempre del Olimpo.
La llaman Golondrina
porque desde su vuelo a ras de tierra
con su gracia de eterna mujer-niña
se eleva cada día
remontando ilusiones
hasta la más azul inmensidad,
para volar más alto que los pájaros
y conquistar a fuerza de ternura
las más sublimes cimas del destino.
No. No sabe quien es Down
-ni falta que le hace-.
Ella es feliz solo por estar viva.
Algo que los demás, con nuestros
privilegios,
aún no hemos aprendido.
