“En mi cielo, al crepúsculo, eres como una
nube
y tu color y forma son como yo los quiero.
Eres mía, eres mía, mujer de labios dulces
y
viven en tu vida mis infinitos sueños”
Pablo Neruda
Eres isla remota en
el mar de mis sueños,
golondrina viajera
entre las multitudes.
Eres como un oasis en
mi vasto desierto;
en mi cielo, al crepúsculo, eres como
una nube.
Es tu boca una fuente
para mi sed eterna,
consuelo de mis penas
es tu ondulado pelo.
Son tus ojos dos
faros en mis noches en vela
y tu color y forma
son como yo los quiero.
Y adorno en la mañana con tu
nombre el espacio
para que el cielo sepa de tus
ansias de azules.
Y subo hasta la cima para
gritar al mundo:
eres mía, eres mía, mujer de
labios dulces.
Pero al llegar la
noche, se entristece mi alma
y regreso a mi alcoba
a lidiar con mis miedos.
Y allí, frente a la
hoguera, te pienso muy cercana
y viven en tu vida mis infinitos sueños.