El beso -Auguste Rodin
Ya sé que no vendrás, pero no importa.
Aunque nunca jamás pueda ya verte
yo seguiré esperando tu regreso.
Yo seguiré soñando con el beso
que una tarde de enero gris y fría
te dejaste olvidado entre mis labios
al oírme decir que te quería.
Tal sensación produjo en mí aquel beso
que no he vuelto a besar por ser agravio,
por no borrar la huella de tus labios,
por no ensuciar de besos nuestro beso.
¡Hubo tanta dulzura en aquel beso
que en su cárcel de miel aún sigo preso!