martes, 15 de febrero de 2022

Esferas

 

Una y otra vez 

la impertérrita esfera giratoria del tiempo 

me devuelve al origen 

de las horas sublimes, 

de los amaneceres eufóricos, azules,

tras mil noches en vela.

 

Una y otra vez. 

 

Pero es tan tarde ya, 

que no encuentro razones 

ni risas ni deseos 

con cada aurora nueva. 

Y está ya casi seco 

aquel pozo de entonces

profundo y rebosante de risas y lujurias 

con fondo de ternuras. 

 

Y cansado  me espanto, me fustigo y me odio 

por tanta ilusión muerta, 

por tanta vida viva 

como derroché entonces 

en inútiles noches incendiarias 

de pólvora mojada,

en vueltas y más vueltas de tiovivos

sin norte ni destino. 


Una y otra vez, 

la impertérrita esfera giratoria del tiempo

 me arrastra a los orígenes 

 de mis sueños más tiernos. 

 De aquellos sueños míos

 inocentes y alados.

 De unos sueños tan frágiles,

  tan huérfanos de anhelos,

  que ya nacieron muertos.        

 

martes, 1 de febrero de 2022

EL SAUCE

 


Y al llegarme hasta el sauce junto al río,
aquel que cobijó nuestra locura,
me sentí como un niño abandonado,
como un campo vacío de trigales,
como un grito de luz en la penumbra.
 
Vencidas ya sus ramas por el peso
de infinitos inviernos sin su risa,
las dejaba jugar con la corriente
por si el agua pudiera con su magia
devolverles de nuevo la alegría.
 
Era tan desgarbada su silueta
y tal el desamparo en que se hallaba
que, en lugar de bandadas de gorriones
bregando por dormir entre sus hojas,
solo zarzas siniestras lo oprimían.
 
¡Cómo nos parecemos, viejo amigo!
¡Qué emparejados van nuestros destinos!
Tú, vencido y cargado de despojos,
solo esperas la muerte junto al río.
Yo, cansado de tanto andar caminos,
he llegado a la vera de tu sombra
agobiado por miles de recuerdos
que no entienden de indultos ni de olvidos.
 
Cualquier tarde de invierno, entre la niebla,
partirán abrazadas y ateridas
nuestras almas en busca del consuelo
de la música eterna de su risa.