sábado, 10 de noviembre de 2012

Al vino






Hoy quiero cantar con pasión y alegría
la más bella trova que nunca cantara;
hoy quiero rendir honor y pleitesía
al más grato invento que el hombre lograra.

Es al noble vino, jugo milagroso,
a quien yo dedico mi verso admirado;
a ese noble caldo que guardó reposo
para dar reposo al hombre cansado.

Sustancia y esencia de la madre tierra,
el vino es el hijo de la uva dorada,
es bálsamo dulce que en su ser encierra
alivio y consuelo para el alma ajada.

En las frías noches del gélido invierno,
tras una jornada de brega y camino,
no hay nada más bueno, más grande y más tierno
que beberse al fuego un vaso de vino.