en la mañana gélida y oscura
camino del trabajo
o de las oficinas del INEM
con el sabor del "gozo" navideño
prendido aún del labio
azota la ventisca
y ese frío que cala hasta los huesos
es otra bofetada que nos suelta
la cruda e indecente realidad
en este enero frío como todos
volvemos a la lucha cotidiana
por la supervivencia
en estas tierras grises
en este reino injusto de siervos y señores
donde todos los ríos de esperanza
van a dar a los páramos desiertos
de la inmoralidad
y es que enero
con su inocente cara de niño desvalido
harto ya de juguetes y de magos de oriente
se nos muestra
entre brumas y heladas
como ese lobo con la piel de cordero
que siempre fue
"enfant terrible" que
baja termómetros y sube las facturas
congela sueldos e incita al consumismo
a toque de rebajas
dibuja mil sonrisas el día seis
y al siguiente las borra con su goma MILAN
camino de la escuela
inhumano insensible
nos obliga cada año a subir
por la terrible pendiente de sus días
y nos convierte sin saberlo
en héroes legendarios
capaces ya después de superar
todo lo que nos echen
resignados sufridos
vamos pisando fuerte
cada escalón de enero
para llegar exhaustos y orgullosos
a otro febrero más de luces y de sombras
calcado del febrero
del año que se fue
la vida sigue igual
enero nos golpea y nos somete
como todos los años
al "¡qué se le va a hacer!"