miércoles, 30 de abril de 2014

Por conocerte






Por conocerte,
me apresuré a ser pájaro en la niebla
volando hasta el alero de tus sueños,
me adentré por el mar de tus silencios,
navegué las lagunas de tus ojos
y me hice peregrino de tu fe.

Por amarte,
me proclamé portador de tus pesares,
avivé mi tristeza con tus miedos,
me acerqué hasta las brasas de tu hoguera,
renuncié a mis secretos más sagrados
y desnudé mi alma
para que la exploraras tal cual era
ya que nunca
alcancé yo a mirarla así, desnuda
de tanta soledad.

Y, al fin, por olvidarte,
me convierto en estrella solitaria
cada tarde, al ocaso,
en gaviota del viento prisionera
gritando al infinito
sus ansias de volar.

Pero solo consigo
ser un valle sediento
pendiente de la lluvia redentora
que empape mi agostado caminar,
pendiente de una sola palabra de tus labios
que endulce con su miel esta amargura
que dejó tu partida,
que devuelva la dicha a mi existencia
y dé luz a la negra sombra inerte
de mi triste y eterna oscuridad.