No
tengo ganas de verte a ti,
hoy no deseo ser de este mundo.
No quiero nada sin ser profundo,
hoy busco un sitio cerca de mi.
Me torno serio e inquisitivo
buscando un punto de luz incierta:
salgo de casa, cierro la puerta,
evito al mundo,...¡me siento vivo!
Yo, que otros días era un romántico
tras el milagro de una mirada,
hoy no deseo nada de nada:
¡quiero en la noche ser un filósofo!
Y vago errante tras la verdad
bajo una fina lluvia de invierno,
sin rumbo fijo, tras algo eterno
que impregna el aire de esta ciudad.
Y de las piedras de sus mansiones
se escapan gritos de eternidad
que hablan de odios y enemistad
y hablan de amores y de pasiones.
Y, cuando tarde, regreso a ti
harto y cansado de caminar
bajo la lluvia, tras la verdad,
siento un vacío dentro de mi.
Y entro en la alcoba, busco tu cuerpo,
beso tus labios...¡brota el amor!
...Y es sólo entonces cuando descubro
como en un flash de brillante luz,
que la verdad que tanto he buscado,
esa verdad...¡sólo eres tú!
1975
(De "Primeros poemas")