sábado, 9 de enero de 2021

Bucólico atardecer

 


Extendida sobre el valle,

arropando al riachuelo,

una niebla densa y blanca

se abraza a los chopos viejos.

 

Por poniente, el horizonte

se tiñe de nubes rojas:

el sol juega al escondite

con las luces y las sombras.

 

Y el paisaje viene a ser

una dulce alegoría:

todo el campo se sonroja

mientras va muriendo el día.

 

Hacia el pueblo, por la sierra,

se oyen balidos lejanos

y el don-don de los cencerros

inunda de paz el llano.

 

Anochece ya. El pastor,

con la mirada perdida,

va cantando madrigales

que arrullan a las encinas.

 

Y en el cielo, allá en lo alto,

encima del campanario,

tiembla de miedo y de frío

un lucero solitario.