"Ojos claros, serenos,
si de un dulce mirar sois alabados
¿por qué si me miráis, miráis airados?..."
¡Cómo envidio a Cetina*
que pudo contemplar
esos dos limpios lagos
en todo su esplendor!
Pues aunque en su mirar
fueran hoscos y airados,
de aquellos ojos claros
surgió su madrigal.
Y es que, aunque el dieciséis
fue un siglo innovador,
nadie llegó a inventar
los quevedos de sol.
A toda bella dama
yo le pido un favor:
¡No escondas más los ojos
tras las gafas de sol!
Estás robando al mundo
belleza y alegría,
consuelo y esperanza,
placidez y candor.
¡Malditas gafas negras!
¡Maldito su inventor!
Seguro que en sus ojos
nunca habitó el amor.
"...¡Ay,tormentos rabiosos!
Ojos claros, serenos,
ya que así me miráis, miradme al menos."
(*) Gutierre de Cetina (Sevilla,1520 - México, 1557). Poeta español del Siglo de Oro, autor del famoso madrigal "A unos ojos"