sábado, 4 de diciembre de 2021

Ternura

 

No se trata solamente
de gemir sobre tu vientre mientras muero, que también.
No se trata solamente
de acallar todo el torrente de mis venas.
Ni mucho menos se trata  de alcanzar raudo la cima
escalando las murallas indefensas de tus senos.
No es sólo buscar alivio para el fuego que me abrasa.
Ni dar permiso al deseo un domingo por la tarde...

Es más bien cuestión de tacto, de ternura.
Se trata de explorar mares aparentemente calmos
en busca de sueños nuevos.
Se trata de fondear en tu isla solitaria con un bajel de caricias.
De avanzar serenamente hasta el centro de tu anhelo
y allí explorar la espesura de tu humedecida jungla.
Y, sobre todo, se trata, de hacer que aflore la dicha.
Y guardar entre mi piel la alegría de tu gozo
para el resto de los días, de los años, de la vida...
para llevarla conmigo.
Se trata, en definitiva,
de dejar en ti mi huella de marino vagabundo;
de bañarte con el agua de este río de soledad
de tantas noches en vela.
De hacer que aflore a tu cielo
todo ese amor que guardabas celosamente escondido
entre sueños sonrosados de doncella ilusionada...

De eso se trata, mi amor.
De inventar, entre tú y yo, un mundo nuevo, perfecto:
un mundo de amor eterno sólo habitado por dos.

 


sábado, 13 de noviembre de 2021

VENCIDOS

 


(Después de leer "La voz dormida" de

Dulce Chacón)

 

 

Les contaron que otro mundo mejor era posible,

un mundo donde el único rey se llamaba justicia.

Y acudieron en masa a proclamarse 

súbditos obedientes.

Y, tal vez porque un cuello doblado 

por siglos de opresión y tiranía 

termina por doler,

reclamaron con prisas excesivas 

el derecho a mirar a los demás 

de frente y a los ojos.

O quizás no supieron comprender 

en toda su sintaxis

la razón de la palabra libertad,

puede que por la falta de costumbre.

Y tiraron por la calle de en medio

y abrazaron la fe que no tenían

para romper con rabia las cadenas 

de siglos de miseria...

Y en cuestión de segundos comprendieron 

que ya no era posible el retroceso.

Y tal vez porque el hambre nunca espera

 o quizás por exceso de confianza,

no midieron las fuerzas.

Y antes de tan siquiera comenzar a probar

las primeras mieles del triunfo,

sintieron en sus carnes de nuevo la derrota.

 

Y regresó la triste oscuridad de los vencidos.

Y de nuevo inclinaron la cabeza 

ante el imperio de la cruz y la espada.

Ante los que pactaron con un dios a medida,

el ficticio lavado de sus sucias conciencias       

una vez por semana, en misa de domingo.

Los mismos que impusieron todavía

cuarenta años más de opresión y miseria 

a esta tierra baldía de equidad,

a esta dispar, sufrida y enfrentada nación.

 

 

domingo, 17 de octubre de 2021

Octubre



 La tarde se desmaya en mi ventana.

Aún hace calor.

Afuera,
bandadas de gorriones exaltados
preparan la dormida
discutiendo por las mejores ramas del jardín.
A lo lejos,
justo detrás de la torre cristiana de los Púlpitos,
una luna naranja asoma su carita arrebolada.
Viene alegre, coqueta, sofocada,
de tanto caminar detrás del sol.

Cáceres se relaja.
Y yo,
desde mi alma nostálgica, callada,
siento un escalofrío de ternura
al recordar otra tarde como esta,
prendido de sus ojos, de su boca,
rendido por su amor.

Octubre se desgrana lentamente,
con brillos excesivos,
sin ganas de traernos el otoño.
Rebelde e indignado, como todos,
campea por las calles de su tiempo
con bríos juveniles,
celebrando con ellos la vuelta a la rutina,
sin ganas todavía de alfombrar los paseos

con los rojos y ocres

de mil hojas heridas por el viento.


Me acodo en la terraza
cuando la noche ya envuelve con su manto
la vida en la ciudad.
La luna, más tranquila,
pasea su soledad por la gran avenida de los sueños
aluzada de estrellas.
Se ha empolvado la cara
para que el sol la encuentre de mañana
más guapa, más mujer.

Silencio en el jardín.
Los gorriones, cansados de disputas,
se han quedado dormidos.
Sigue haciendo calor.
Octubre está indignado y se rebela.


lunes, 26 de julio de 2021

Romántica estampa

 

Auguste Serrure - "The Picnic" (detalle)


Bajo el recio nogal que se mira en el río,

sobre la verde alfombra salpicada de flores,

mientras leo un poema que me arranca suspiros

tú sueñas con paisajes de páramos y alcores.

 

Es una tarde plácida de belleza infinita,

donde el agua traviesa nos regala canciones

mientras mueve las palas de ese viejo molino

que va moliendo el grano de nuestras ilusiones.

 

Nada enturbia la dicha de tu alma y la mía

cuando nuestras miradas se cruzan un instante

y nuestros corazones galopan encendidos

en la encendida hora de esta bendita tarde.

 

 

lunes, 12 de julio de 2021

Resentimiento

He creído tanto
que al volver del lugar donde los credos
estallan como pompas de jabón,
me convertí en estatua de sal
y dejé de creer hasta en mi sombra,
negra y rastrera espía de mis sueños.
 
He confiado tanto,
que al sentir en mis carnes las heridas
de la injusta traición,
huí de las promesas infundadas
como el gato escaldado del hogar
donde se quemó el rabo.
 
He amado tanto,
con tanta candidez, con tanta luz,
que al quedarme más solo que la una
comprendí que el amor es solo un mito
que se inventan las almas solitarias
para  gritar consignas a la luna
–mudo testigo de nuestra  soledad-
por tantas noches sufriéndonos callada.
 
Y ahora que no creo, que no confío ni amo
me pregunto ¿quién soy? ¿a dónde voy?
Y no encuentro respuestas adecuadas.
 
Ahora solo me da por escribir
retahílas de versos sin sentido
que ni la luna quiere ya leer
y hasta mi sombra he dejado de ver:
 ¡ no quiere ir atada a un resentido !



viernes, 2 de julio de 2021

Y tú...¿dónde estabas?


                                                       I

 

¿Dónde estabas en las frías mañanas en que el viento,

con furia desmedida,

azotaba las indelebles ramas del sauce en el jardín?

 

¿Dónde estabas mientras mis pies cansados caminaban,

cual fantasmas borrachos con sed de madrugadas,

por las calles solitarias y tristes

de esta ciudad inerte?

 

¿Quién te arrancaba risas cristalinas mientras yo,

en las tórridas noches del verano,

me asfixiaba con el insoportable aroma de las rosas

y me sentía morir por la presencia vigilante, callada,

de millones de estrellas?

 

¿Quién besaba tus labios mientras el vil deseo

se adueñaba de todos mis sentidos

y, como un pobre loco, buscaba tu presencia

en todas las miradas del camino?

 

¿Dónde estabas, mi amor, mientras mis ojos,

abiertos a la nada y húmedos de lamentos,

miraban sin mirar el absurdo vacío de la vida

a través de un cristal empañado

con vahos de fracasos?


¿Dónde estaban tus ojos de avellana,

de mirada tranquila cargada de tristeza?

¿Dónde tus dulces labios con lunares morenos

pordioseros de besos?

¿Dónde tu pelo negro revuelto por el viento de la tarde

antes de la tormenta!


¿Dónde estabas, mi preciosa hechicera de ilusiones tardías?

 

¡Por qué dulces veredas vagaría tu espíritu

en las noches eternas en que el tiempo

se paraba extasiado ante mi alma

contemplando, indolente, el paso del silencio!


 

                               II

 

Si en mi vagar absurdo por los campos baldíos

caminando indeciso al borde del abismo

o temblando de miedo y de cruel zozobra

ente los mil demonios que asediaban mis noches,

hubiera sospechado solo por un momento

que existías en el mundo y no solo en mis sueños,

hubiera hecho tañer mil campanas al vuelo

para contar a todos que buscar tu sonrisa

sería en adelante la única razón

para seguir viaje abrazado a la vida.

 

Y luego, al encontrarte, mi vida hubiera sido

un fértil río de dicha fluyendo entre tus brazos,

bebiendo de tus besos, manantial incansable

para matar la sed de todos los veranos

perdidos en buscarte por desiertos ignotos

sin el fluido vital de tu asombrosa fuente.

 

 




viernes, 11 de junio de 2021

¿Seres vulnerables?



¿Somos seres vulnerables
los de corazón sensible?
 
Cualquier viento nos empuja
como a barcos sin amarras
por acuosos caminos
hasta el mar de la nostalgia
donde las olas golpean
contra recuerdos que hieren
como filos de navaja.
 
O cualquier tarde de lluvia
de algún tedioso domingo,
en la hora más sublime,
cualquier triste melodía
que a ráfagas escuchamos,
nos atrapa entre sus notas
como al recuerdo el olvido.
 
Y si en cada atardecer
del verano nos sentimos
parte del inmenso abrazo
del sol con el horizonte,
frente al lienzo de la tarde,
en nuestra hoguera interior
se abrasan nuestros sentidos.
 
Mas, cuando el dolor oprime
nuestros pechos malheridos
y el vendaval nos golpea
con mil golpes imprevistos,
somos como las palmeras
que doblan sus tallos finos
tan flexibles, tan sufridos
que no se rompen jamás.
No como los otros árboles
que por ser recios y sólidos
cualquier huracán de invierno
los rompe como a palillos.
 
¿Puede entonces afirmarse
que somos frágiles seres
los de corazón sensible?
 
 ¡No, rotundamente no!
Somos más bien hombres-niños
que al concluir nuestra infancia
no la dejamos atrás:
¡nos la trajimos consigo!

domingo, 23 de mayo de 2021

Encuentro

 





Caminaba sin rumbo por entre cenagales
de aguas verdinegras con nenúfares muertos,
hastiado ya y ahíto del tedioso domingo,
cuando me di de frente con unos ojos claros
de un mirar tan sereno como el mar en la aurora.
 
Y fueron dos fanales para mi negra sombra
herida ya de muerte de tanto restregarme
la llaga lacerante que me dejó una tarde
de un septiembre sin pájaros bajo las nubes grises
una niña sin alma que siempre sonreía.
 
Fue un encuentro casual en una estrecha calle
de una ciudad antigua nacida en el Medievo
y empedrada de sueños de frustrados amantes
que, como yo, sufrieron el dolor del rechazo
de una esquiva doncella tras la ojival ventana.
 
Pero estos ojos garzos de plácida mirada
consiguieron dar vida al menos un instante
al cadáver sin sangre que habitaba mi cuerpo
desde la tarde aciaga en que partió sin rumbo
con su eterna sonrisa, mi gaviota sin alma.
 

sábado, 1 de mayo de 2021

Madrid

 

He pisado las calles de Madrid
con veinte y pocos años y no obstante,
 nunca supe abrazarme a su cintura
de ardiente y generosa cortesana.
 
Deambulé por sus calles elegantes
sin ningún plan previsto, sin proyectos,
sólo por el placer de pasearlas
cual pájaro perdido en la tormenta
perfecta de la ansiada transición .
 
De todas las mujeres de Madrid
me enamoraba yo cada domingo,
pero a ninguna supe nunca hablar
del fuego que quemaba mi existencia
de poeta perdido entre unas nubes
que amenazaban lluvia de lamentos 
para el resto de mi utópica vida.
 
Luna, sueños, miradas y sonrisas
en las tardes serenas de domingo
eran todas mis metas por entonces.
Mientras, ellas, ignorantes de mi,
compartían el amor que les quemaba
con aquellos amantes que tuvieran
más cerca de la tierra que los míos,
los pies, las pretensiones, las ideas.
 
He pisado las calles de Madrid
en la flor de mi vida y, sin embargo,
no supe emborracharme de su néctar
de ciudad epicúrea y profana,
cosmopolita, joven y gentil.
 
 Aún así, en noches como esta
de otro domingo muchos años después,
con las chanclas carcomidas del tiempo
y envuelto por la magia de Luigi Boccherini,
vuelvo a pisar con la ilusión de entonces,
en busca de los sueños que me dejé olvidados,
las seductoras calles de Madrid.
 





miércoles, 21 de abril de 2021

A la Giralda (décimas)

                                             

                                               


Fotografía propia

Orgullosa da la espalda

a la recia catedral;

ni trono ni pedestal

necesita la Giralda

para sentirse esmeralda

de brillante colorido;

faro, blasón, apellido

de la ciudad de Sevilla,

elegante maravilla

que al mundo quita el sentido.

 

Tan fina, tan natural,

luces como una guirnalda

y aún sin corpiño ni falda

eres dama principal.

¡Oh, belleza vertical!

Te basta con ser dibujo

pues sin adornos ni lujo

asombras al caminante

que te contempla expectante

embriagado por tu embrujo.