sábado, 19 de noviembre de 2022

Ojalá

Ahora no es consciente de lo que pierde o gana
tiene una espesa venda tapándole los ojos.
Una venda llamada juventud.
 
Ojalá que la vida mejore sus jugadas
para que nunca jamás sienta el deseo
de volver al pasado a recoger los trozos
de aquellos sueños rotos que se fueron quedando
ocultos y olvidados al lado del camino.
¡Pedazos de una vida que ya no se unirán!
 
Ojalá que en las tardes de invierno con tormenta,
cuando las nubes bajas congelen las sonrisas
y los truenos cercanos opriman la razón,
disponga de un refugio apacible y seguro
donde acallar sus miedos.
Para que nunca jamás sienta el deseo
apremiante, cercano, irrefrenable
de regresar al antiguo refugio 
de los brazos de aquel amor primero
que un día dejó partir sin importarle,
sin apenas luchar por retenerlo .
 
Ojalá.