viernes, 11 de junio de 2021

¿Seres vulnerables?



¿Somos seres vulnerables
los de corazón sensible?
 
Cualquier viento nos empuja
como a barcos sin amarras
por acuosos caminos
hasta el mar de la nostalgia
donde las olas golpean
contra recuerdos que hieren
como filos de navaja.
 
O cualquier tarde de lluvia
de algún tedioso domingo,
en la hora más sublime,
cualquier triste melodía
que a ráfagas escuchamos,
nos atrapa entre sus notas
como al recuerdo el olvido.
 
Y si en cada atardecer
del verano nos sentimos
parte del inmenso abrazo
del sol con el horizonte,
frente al lienzo de la tarde,
en nuestra hoguera interior
se abrasan nuestros sentidos.
 
Mas, cuando el dolor oprime
nuestros pechos malheridos
y el vendaval nos golpea
con mil golpes imprevistos,
somos como las palmeras
que doblan sus tallos finos
tan flexibles, tan sufridos
que no se rompen jamás.
No como los otros árboles
que por ser recios y sólidos
cualquier huracán de invierno
los rompe como a palillos.
 
¿Puede entonces afirmarse
que somos frágiles seres
los de corazón sensible?
 
 ¡No, rotundamente no!
Somos más bien hombres-niños
que al concluir nuestra infancia
no la dejamos atrás:
¡nos la trajimos consigo!