domingo, 18 de agosto de 2013

Coplillas del camino









No sé muy bien por qué, 
pero, cuando a la tarde 
salgo en busca de soles 
para olvidar enojos, 
tengo la sensación 
de que vas junto a mí, 
de que me habla tu voz 
y me miran tus ojos. 

Y recorro el camino 
prendido de tu anhelo, 
soñando con el cielo 
que a tu lado imagino.  

No sé muy bien por qué, 
pero, cuando a la tarde 
navego por los montes 
entre olas de matojos, 
me susurran las flores 
que no seré feliz 
si no logro besar 
esos tus labios rojos. 

Y el río me traía 
el frescor de tu boca 
y esa tu risa loca 
dando color al día.