Te acercas y te alejas
de mi lado, cual loca mariposa.
Me aprisionas,me dejas
enojada y nerviosa:
¡odio tu frialdad! -gritas furiosa.
Si decirte pudiera
todo lo que yo siento y no te digo,
si tu oído me oyera,
romperías conmigo:
sólo un trofeo más iría contigo.
Y bien lo sabe Dios,
que si callo no es por castigarte.
También lo sabéis vos:
de mi ser formáis parte.
Mi silencio es sólo mi baluarte.