Fotografía propia
De mañana y muy ligera
se nos fue la primavera
huyendo de los calores;
es dama fina y viajera
que va regalando flores.
Siempre encuentra la manera
con sus artes de hechicera
de alejar nuestros temores;
nunca defrauda al que espera
sanar de su mal de amores.
Si yo mil años viviera,
rendiría mil honores
a la dulce primavera.
¡Cuán larga será la espera
sin sus hermosos colores!