Escribir es un grito solitario en la noche
que libera la angustia que nos llega en el día,
es consuelo del alma, es dejarla vacía
de pesares y miedos que incitan al reproche.
Escribir es entrega, sacrificio, derroche
de nobles sentimientos y tenaz valentía;
es tapar la tristeza, desnudar la alegría,
es cerrar cada herida con poético broche.
Si por penas de amores afligido caminas
o sientes que la vida te golpea de lleno,
si tu mundo es tan solo un lugar entre ruinas...
no lo dudes, escribe, ya febril, ya sereno,
y verás como al punto con las penas terminas
liberando tu alma del pesar del veneno.