Vista nocturna del Sacromonte y,al fondo, el Albaicín (Granada).(Foto propia)
Si no vivieras tú en mi terca memoria
manteniendo
la llama de mis sueños más locos,
sería
más libre, sí, pero menos juglar.
Si
aquel volar de entonces
hubiese
sido un vuelo alto y definitivo
tras
el morir intenso de tus ansias de besos
y
no el vuelo fugaz, vacilante y rastrero
de
apenas un verano junto a tu piel tostada,
jamás
hubiese escrito una sola palabra
sobre
el blanco latir de mis noches en vela.
De
haber sabido entonces
que
vida y equilibrio son términos opuestos,
que
no siempre del caos deviene la derrota,
que
una única noche de pasión y locura
vale
más que cien años de serena existencia…
…nunca
hubiese dejado sobre el papel desierto
tanta
palabra urente añorando tu risa.
Si
no hubiese elegido volar a ras de suelo
al
dejarte marchar aquella tarde aciaga,
puede
que a estas alturas fuera libre cometa
abrazado
a tu cuerpo de sirena del aire,
danzando
por el cielo de este mundo sin alma,
sobrevolando
el blanco del papel solitario
que
en vano espera lívido el calor de un poema.
De
haber sabido entonces que la vida eras tú,
que
lejos de tu boca todos los días son grises,
hoy
no sería poeta de rimas imposibles
sino
libre ave fénix de trinos melodiosos.