El próximo 16 de
abril se cumplen nueve años de la puesta en marcha de este blog (“Paisajes que retornan”) aunque no fue hasta
2010 cuando realmente comenzó a ser un blog activo.
No recuerdo muy
bien qué fue lo que me movió a abrir un blog en Internet, tal vez fue el hecho
de que tenía algunos poemas guardados desde mi adolescencia y me decidí a
darlos a conocer viendo la oportunidad que me ofrecía la red.
Recuerdo esos
comienzos allá por 2007 con algo de miedo a que alguien conocido pudiera
acceder a mi intimidad a través de mis poemas, cuestión de pudor supongo. Hoy,
después de casi 300 entradas y más de
150.000 visitas, puedo asegurar que la existencia de este blog (y de otros que
tengo o tuve activos) me ha cambiado la vida.
Y no hablo
solamente de simple entretenimiento, no. Aparte de eso, que también es
importante, el hecho de tener un blog activo te permite conocer a mucha gente
que opina sobre lo que escribes y, al hacerlo, te ayudan de alguna manera a
conocerte mejor a ti mismo.
Un blog es un
vehículo que te lleva hasta el arte y la creatividad de los otros permitiéndote
a la vez mostrar tu arte y tu creatividad. Y esa relación genera una corriente
entre personas que, aunque alejadas en el espacio, terminan por ser cercanas en
cuanto a los sentimientos, dándose el caso de que entre ellas termina casi
siempre por surgir la amistad e incluso el cariño, algo impagable y, para mi,
impensable cuando comencé esta aventura.
Por tanto y desde
aquí solo me queda dar las gracias más efusivas a todos aquellos que alguna vez
se asomaron a algunos de mis blogs y compartieron conmigo su tiempo y su
amistad. Gracias.
Por mi parte
desearos lo mejor y, aunque mi deseo es seguir unido a todos vosotros a través
de estos blogs, lo cierto es que todo tiene un fin y no quería irme un día sin
dejar constancia de mi agradecimiento por todos estos años de poesía y bella
amistad.
Un abrazo inmenso a todos, seguidores y, ya también, amigos.