martes, 17 de junio de 2014

Silencios






En llegando la noche
retorno a preguntarme
de una forma obsesiva
qué hice aquellos días
con su terco silencio.

Estaba allí, delante, 
con sus ansias ocultas.
Todo el tiempo expectante,
mirándome de frente 
-los ojos muy abiertos-
muriéndose en la espera 
frente a mis titubeos. 
Ofreciéndose impúdico, 
desnudo de ropajes 
y pidiéndome a gritos silenciosos 
que le rompiera el alma 
con hermosas palabras. 
Que por algo se llamaba silencio,
que para eso callaba, 
para ser violentado por el fuego 
del verbo más ardiente...

Pero no hubo respuesta. 
Tan sólo, más silencio. 

Y en noches como esta me pregunto 
por qué durante un año
a su silencio ardiente 
sólo supe responder días tras día 
con mi frío silencio.


martes, 10 de junio de 2014

Sin ti






Huyendo de mi sombra,

negra estela cautiva de tus besos,
llegué con algo turbio en la mirada
porque nunca vi a nadie sonreírme.

En las tristes mañanas,
entre cuatro paredes angustiadas
de oír tanto silencio,
me escapaba a través de la ventana
hacia el cielo infinito
y buscaba tus ojos ambarinos
entre unas nubes,
tan frágiles,tan vacuas,
que se me hacían hilachas desprendidas
de aquel vestido blanco que,

una noche de encendida pasión,
te dejaste enredado entre las zarzas.

Jamás logré  encontrar tus ojos en lo alto.
Ni tampoco,

en el fugaz destello de las aguas del lago,
donde un amanecer absurdo y lila,
pensé en ahogar mi llanto.
Nunca encontré tu nombre entre la hiedra
que abrazaba el alero,
ni pude ver jamás,
entre los crisantemos amarillos,
tu sonrisa hechicera.

Tan sólo,
algunos gorriones ateridos
sobre las ramas bajas de un chopo plateado,
me cantaron,
una tarde de lluvia y arco iris,
nuestra triste canción.

Eso fue todo.
Y mientras,yo,
malgastando mi vida,dando tumbos
cual barco a la deriva,
por mares procelosos e incoloros.
Saboreando,
en cada atardecer gris y vacío,
en cada sorbo de pena con limón,
el recuerdo agridulce de tus besos...


                              Enero-2011 (Reedición)