“Todos aquellos sueños
que fui coleccionando con los años,
están en tu mirada”
Todos
están en ti
Están
los que nacieron
en
las tardes doradas del otoño
contemplando
extasiado
el
vuelo, entre atrevido e inocente,
(trazando
remolinos imposibles),
de
las hojas doradas de los chopos.
O
en los días de invierno,
cuando
yerto de frío me paraba
a
mirar aquel cielo ceniciento
en
busca del milagro siempre incierto
de
una lluvia de copos generosos
que
pintara de blanco mi tristeza.
También
viven en ti
mis
sueños más jocosos,
aquellos
que acudían entre risas
en
las tibias mañanas abrileñas
cuando
otra victoriosa primavera
borraba,
con la fuerza de la vida,
la
infinita amargura del invierno.
Llegaste
tú y se fueron para siempre
todos
aquellos miedos de mil noches en vela,
toda
la negra angustia que trae la soledad,
todas
las sinrazones de mil horas perdidas,
ahogadas
en alcohol.
Todo
el fuego de mi piel encendida,
lo
sofocó tu amor.
Llegaste
y afloraron,
como
soles ocultos tras la niebla,
todas
las ilusiones ya perdidas,
todas
las esperanzas ahogadas en el fango,
todas
aquellas risas que estaban congeladas por el frío
de
una vida sin ti.
En
ti encontré mis sueños.
Todos
están en ti.