Playa de San Lorenzo-Gijón (Fotografía propia)
De haber nacido junto al mar,
habría yo derrochado en admirarlo
tantas horas de sueño,
que el rumor de las olas
sería hoy para mí
la dulce melodía que impulsara
como banda sonora imprescindible
a mi torpe y cansado corazón,
agotado delfín de tierra adentro.
De haber vivido frente al mar,
mis ojos, agostados de páramos sedientos,
serían inmensos lagos
-dos zafiros con sal-
donde tú acudirías a navegar
desplegando las velas del deseo
en las cálidas noches del estío.
De haber logrado ser alma de mar,
todos mis sueños hoy serían nubes
viajando con su carga de líquida pasión
hasta la blanca playa
de tu piel impaciente.