-Hay
personas que adoran las luces de la fachada, sobre todo
aquellas que huyen de la oscuridad de su
verdad interior.
-Puestos a elegir, vete siempre con quien te sostiene la mirada.
-Bienaventurados
aquellos que, con setenta años o más, miran hacia
atrás y sonríen satisfechos.
-Lo
que importa, en definitiva, es el tiempo. Mientras nos quede
tiempo, nos queda también la esperanza de llegar
a sentir un día
que vivir ha merecido la pena.
-El
objeto último y definitivo del arte no es otro que atrapar
momentos de vida para hacerlos inmortales. Intentamos
así vencer
al inevitable olvido que trae consigo el paso
del tiempo.
-La
solución a lo que nos hace daño está en hacerle frente, nunca en
esquivarlo.
-Cuando
veo a alguien que está solo en la mesa de un café,
comienzo a considerarlo. Y si al levantarse
para irse, no fija la
mirada en nadie, es cuando empieza a nacer en
mí el deseo
irrefrenable
de conocerle a fondo.