domingo, 29 de julio de 2018

Momentos (carpe diem)

        
Verdes islas
en un mar de infinitas soledades.
Pequeños manantiales
en mitad del desierto de la vida.
Gotitas de ilusión de ingente fantasía
deslizándose tímidas
por entre los resquicios del hastío
de mil días sin alma.

Instantes sin sentido
que colman de sentido la existencia.
Cúspides de pasión.
Corpúsculos de miel para endulzar
mil ríos de amargura.
Abrazo en la negrura al corazón.

Momentos como estrellas
en un cielo cubierto
de negros nubarrones de rutina.
Fantásticos momentos
para creer que somos
algo más que materia desechable.

¡Antes de que se entreguen al olvido!
¡Abrazad con pasión
los momentos felices de la vida,
antes de que la noche oscura y fría
os haga lamentar no haber vivido!



viernes, 13 de julio de 2018

¿Educación?





  
Me hicieron aprender los nombres de los reyes godos , de los hijos de Jacob, de las montañas más lejanas y de los ríos más largos y caudalosos del mundo, pero nadie me enseñó los nombres de los pájaros o de las flores que me encontraba cada mañana camino de la escuela.

Me hicieron aprender los nombres de los héroes de la patria vencedores en mil batallas contra el enemigo, pero nadie me dijo que en el otro bando también existieron los héroes.

Me obligaron a memorizar las fechas de mil batallas pero no me enseñaron que la fecha más importante para mí sería aquella en la que un día encontraría el amor.

Me educaron en lo conveniente y en lo superfluo y se olvidaron de lo fundamental. Y ahora todos se extrañan de mi actitud rebelde ante las normas sociales o ante la religión y me llaman por ello radical y hasta antisistema. Pero, ¿existe algo más radical que educar a un niño con la única intención de integrarlo en un sistema que es el que conviene a la clase dominante del momento?

El daño social de una educación tendenciosa, sea el sistema político totalitario o no, no sólo dura lo que dure la correspondiente legislatura, sino que sigue estando latente de por vida en las ideas de los individuos que la sufrieron y, por tanto, en la sociedad que esos individuos forman. Tal es el poder de la educación en la infancia. El hombre solamente alcanzará la categoría de ser libre cuando la educación que reciba lo sea también y para ello es imprescindible que esa educación esté desligada del sistema que la lleva a cabo, misión harto difícil conociendo los antecedentes, pero nunca imposible.

domingo, 29 de abril de 2018

Hablo de los cincuenta,tan lejanos.

                            Fotografía de Carlos Saura (España,años 50)

Por la Semana Santa
correteaba las calles
luciendo mi collar de cáscaras de huevo
–restos de las tortillas
que nos hacía mi madre cada año-
sobre mi pecho henchido
y una sonrisa en flor, como una aurora,
en mi cara de niño bien criado
a pesar de los tiempos.

En las fiestas,
sacábamos al sol nuestras mejores galas
y lucíamos los más sanos colores
en nuestra piel curtida de intemperies
y de penas adentro.
Eran tiempos aquellos de plena subsistencia,
sin planes de futuro.
Tiempos donde la vuelta cada noche
al hogar construido a base de penurias,
era la mejor parte que nos guardaba el día. 
Allí, junto a la hoguera de troncos generosos,
 no existían los amos, ni Franco, ni la Guardia Civil,
sólo la risa alegre de los hijos,
sólo la voz amable de la madre,
sólo el brillar intenso de los ojos
de la fiel compañera.

Tiempos de campo y luna,
de miedos y exclusiones.
Tiempos de inviernos crudos,
de perpetuas heladas sobre valles sombríos,
de lluvias generosas y monótonas
sobre viejos tejados con goteras…


Hablo de los cincuenta, tan lejanos,
tan fríos, tan desnudos…
Pero también alegres y hasta esperanzadores,
a pesar de la noche de los tiempos.