Fotografía de Carlos Saura (España,años 50)
Por la Semana Santa
correteaba las calles
luciendo mi collar de cáscaras de huevo
–restos de las tortillas
que nos hacía mi madre cada año-
sobre mi pecho henchido
y una sonrisa en flor, como una aurora,
en mi cara de niño bien criado
a pesar de los tiempos.
En las fiestas,
sacábamos al sol nuestras mejores galas
y lucíamos los más sanos colores
en nuestra piel curtida de intemperies
y de penas adentro.
Eran tiempos aquellos de plena
subsistencia,
sin planes de futuro.
Tiempos donde la vuelta cada noche
al hogar construido a base de penurias,
era la mejor parte que nos guardaba el
día.
Allí, junto a la hoguera de troncos
generosos,
no existían los amos, ni Franco, ni la Guardia Civil ,
sólo la risa alegre de los hijos,
sólo la voz amable de la madre,
sólo el brillar intenso de los ojos
de la fiel compañera.
Tiempos de campo y luna,
de miedos y exclusiones.
Tiempos de inviernos crudos,
de perpetuas heladas sobre valles
sombríos,
de lluvias generosas y monótonas
sobre viejos tejados con goteras…
Hablo de los cincuenta, tan lejanos,
tan fríos, tan desnudos…
Pero también alegres y hasta
esperanzadores,
a pesar de la noche de los tiempos.
el tiempo nos respira muy quedito y cercano
ResponderEliminara veces nos jadea y nos sobresalta
pero a la larga su destino es devorarnos
abrazos
Muy cierto Elisa,él siempre gana.Me encantó tu comentario.
EliminarAbrazos
Nací en el 48, así que viví de pleno esos 50. Tengo gratos recuerdos de esos años, esa infancia.
ResponderEliminarAlguna que otra gotera ya tuvimos que sortear, pero he de reconocer que "penuria" como tal no vivimos...
Si bien soy consciente hoy de haber sido consciente entonces de que no todos los vivían igual.
Un poema evocador Joaquín, con la sensibilidad de siempre.
Fuerte abrazo amigo.
La infancia siempre se da maña de hacer que nos olvidemos de lo malo.Sí,en mi caso hubo carencias y cierta penuria,pero son más los recuerdos agradables.
EliminarTú del 48,yo del 51. Los cincuentas conservan las risas de nuestras -a pesar de todo- felices infancias.
Abrazos Ernesto.
Fríos y desnudos, pero tiempos que quedaron grabados con un cierto sabor a melancolía y un olor a esa hoguera tan centro de muchas vidas.
ResponderEliminarMe gusta Joaquín, y mucho.
Un abrazo.
Tiempos felices a pesar de todo,Carmela. El mundo de los niños no entiende de penurias.
EliminarGracias por pasarte.
Un abrazo
Una bella nostalgia, hecha versos. Maestro, Joaquín, la niñez es de las mejores evocaciones. Tu poema lo reafirma, en un bello sentimiento lírico: "Hablo de los cincuenta, tan lejanos,
ResponderEliminartan fríos, tan desnudos…
Pero también alegres y hasta esperanzadores,
a pesar de la noche de los tiempos.
Un abrazo y mi afecto.
Carlos
Gracias Carlos por tu bello análisis del poema.
EliminarAbrazos,amigo
Los años pasan para todos por igual, la cuestión es saber reconocerlos y aceptarlos.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Cierto José,y no olvidar los primeros,los más importantes en todos los aspectos.
EliminarSaludos cordiales.
Hola Jero!!, maravilloso como lo cuentas con ese halo digamos de resignación por aquellos tiempos difíciles, pero también con ese recuerdo entrañable de la niñez donde lo poco era mucho, y se disfrutaba plenamente.
ResponderEliminarComo siempre que me paso por aquí, es un placer leer a mi poeta favorito.
¿Sabes?, el día 11 voy a estar en Cáceres todo el día, pero voy con un grupo de ancianos, bueno mejor dicho de mayores como yo, jajaja. Un viaje de esos que cada día estás en un sitio y no te da tiempo a ver nada...
Un gran abrazo amigo.
Sí,a pesar de los tiempos de estrecheces,la fuerza de la infancia pudo con todo.Gracias por tu piropo,se nota que eres amiga!!
Eliminar¡Que vienes a Cáceres! Nos tenemos que ver,me gustaría saludarte...
Abrazos Elda
Tiempos aquellos Joaquín, como tu bien describes, de acontecer esperanzado y edificante, con el ánimo y la intención de disfrutarlo todo y aprovechar al máximo cada recurso alcanzado...
ResponderEliminarUn abrazo
Sí,había esperanzas de una España mejor,tal vez porque lo de atrás fue muy malo.
EliminarGracias Dionisio
bueno, los 50 fueron duros y dictatoriales
ResponderEliminarla alegría era un escape
saludos
Había que sobrevivir de alguna manera.
EliminarSaludos Noel
Hola Joaquín, cuantas sesaciones en este escrito, el tiempo pasa para todos, y debemos aceptarlo, es duro, pero es así.
ResponderEliminarMe ha encantado leerte, nací algo más de una década de los cincuenta, muy cerquita.
Feliz tarde amiga.
Un beso
Somos parte de la historia Carmen y no debemos olvidar.Gracias por pasarte.
EliminarHaces una perfecta descripción de aquellos años grises, cuando no negros, que a muchos nos tocó vivir, mejor dicho, sobrevivir, aunque a los ojos de un niño también tenían su encanto.
ResponderEliminarLa foto que has elegido de el maestro Carlos Saura para acompañar tus letras preciosa.
Un saludo.
En efecto,eran tiempos de supervivencia y de pocos planes de futuro.Gracias por pasarte por mis letras Bipolar,siempre bienvenido.
EliminarSaludos
Me ha conmovido tu poema. Soy del 42 pero lejos del escenario europeo pero cerca de tus experiencias.
ResponderEliminarQuedo esperando tu próximo poema.
Lo cierto es que en todas partes cocieron habas alguna vez,o muchas veces según se mire.
EliminarGracias Vicente por esa cercanía.
Hermoso tu poema, tan pleno de añoranza. Aquellos tiempos tan duros pero con el alma y los sueños tan limpios...
ResponderEliminarCariños.
Cierto Socorro,al menos fuimos niños con las ilusiones a flor de piel. Abrazo
EliminarUn poema lleno de nostalgia y muy bello.
ResponderEliminarEs muy emocionante.
Un abrazo
Me alegra que lo veas así Amalia. Gracias.
EliminarUn abrazo
Eran tiempos de muchas carencias para infinidad de familia Joaquín, pero el calor del hogar,amor y cariño familiar queda grabado en nosotros para siempre.
ResponderEliminarUn abrazo de Espíritu sin Nombre.
Así es Conchi. La infancia es una etapa tan importante que formará siempre parte de nuestro recuerdo.
EliminarUn abrazo
Y a pesar de todo ello, queda el buen recuerdo de los momentos en familia, que era unión.
ResponderEliminarEmotivo, Joaquín.
Abrazo.
Joaquín, después de leer un par de veces tu poema, debo reconocer que por encima de la subsistencia, la penuria, el calor y el frío...Prima la alegría, la naturaleza, el amor a la vida y a la poesía, que nos salva a todos en momentos difíciles.
ResponderEliminarMi felicitación por esos tiempos pasados, que tan bien nos muestras...y tantos valores nos han dado a todos.
Mi abrazo y mi cariño.
Amigo,tu sabes que siempre me gusta leerte, y hoy en en éste post tan lleno de nostalgias y verdades no iba hacer menos. Me encanta esos recuerdos tuyos donde tu infancia al lado de tu madre te llenaba de amor... El amor de una madre siempre engrandece nuestros recuerdos y seguirán vivos en nuestra memoria, hasta el final de nuestra vida...
ResponderEliminarUn gran abrazo
Hablas, y muy bien, de un tiempo que nunca me será ajeno ni lejano. Un verdadero placer, Joaquín. Salud.
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