Cae serena la lluvia...
Cabecita inclinada,
firme el paso,
avanzando segura hacia sus labios,
brasas rojas
de tanto esperar tanto...
De pronto,el aguacero.
Tu pelo, negro sueño
ahogado tras un mundo
de horas ante el espejo.
¿Qué pensará si llego
así ante sus ojos
abiertos al deseo?
Tras la esquina,el bazar.
La lluvia,puro río
que cae desde el cielo.
Tus muslos, salpicados
de barro, de impaciencia...
Y el corazón,un tren
ardiente y desbocado.
Salen a toda prisa,
con ansias de borrar
un trazo mal escrito.
Buscan la lluvia amiga
que esconda su delito.
Ella se extraña,intuye.
Presiente un giro extraño
para el final del día.
Su amor,su bien amado,
yace sobre las losas
-una mancha carmín
sobre su pecho helado-
Esa noche la lluvia
se paró de repente,
la bebiste de un trago...
Esa noche,tus lágrimas,
inundaron la tierra,
ajaron los sembrados.
Cada vez que recuerdas,
-que es a todas horas
que es todos los días-,
recuerdas que hacía frío,
que el cielo estaba negro
y llovía,llovía...
.
Jajaja, Buenísimo, aunque no sé como
ResponderEliminarse lo tomaría tu protagonista, sobre
todo tanto remojón,
poesía húmeda y fresca, y con
mucho desparpajo.
Un fuerte abrazo.
Pobre, destiñó con el aguacero :)
ResponderEliminarJerónimo, toda una biografía en este poema.
Besos
Bonita la exposición, sobre la lluvia, que vas dejando en esos versos Jerónimo.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz domingo.
Gracias Kali.Seguramente para ella fue el peor día de su vida.
ResponderEliminarAbrazo.
Sí Verónica,es una historia contada en verso.La lluvia inspira siempre,ya sabes.
ResponderEliminarAbrazo.
Feliz domingo Rafael también para ti.
ResponderEliminarAbrazo.
Jerónimo, mejor que la lluvia cubra sus lágrimas y se confundan al fin.
ResponderEliminarSon más suaves.
Un abrazo.
Excelente elección musical.
Hermoso relato contado en versos!!
ResponderEliminarUn abraxo!
La venganza se lo llevó poeta y una suerte la lluvia para ahogar tanta pena. Que tristeza tus versos, recordar a todas horas de todos los días. Si tendrá que llover para limpiar la casa, para limpiar el alma.
ResponderEliminarLa descripción de su llegada es así mismo Jero, así mismo. Siempre me voy encantada de leerte amigo querido. Un montón de abrazos.
Triste historia,que quedó grabada en su alma y en su cuerpo...El cielo lloró con ella su desconsuelo y ahora...sigue llorando ella cada vez,que llora el cielo...Una historia,que deja huella,sin duda.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo inmenso,poeta y amigo.
Feliz semana,Jerónimo.
M.Jesús
Hola Alicia.
ResponderEliminarGracias por tu lectura.
Sí,es una historia un tanto atípica,pero muy posible.
Me alegra que te gustara la música.
Un abrazo.
Gracias Marilyn.
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado.
Abrazo.
La lluvia suele borrar todas las huellas,las buenas y las malas también.Es una historia que me contaron un día y que no he podido olvidar.Pero no se trata de ninguna venganza,fue un simple atraco.
ResponderEliminarAbrazos Lyli.
Así es Mª Jesús,de estas historias que pueden marcar una vida para siempre pero que hay que intentar olvidar para poder seguir.
ResponderEliminarGracias y un abrazo.
hay lluvias que no amainan porque el aguacero nos habita por siempre
ResponderEliminarprecioso y sentido poema Jerónimo
felicitaciones
Oye Jero, dejá que mi imaginación vuele che!! Una mancha carmín la asocié con un labial y la venganza por parte de una pareja despechada. Mi versión es más romántica.
ResponderEliminarLa lluvia todo lo limpia.
ResponderEliminarMenos el dolor por muy vengativo que sea.
Saludos.
La lluvia agranda la tristeza y exalta las ausencias y multiplica la nostalgia. La lluvia nos moja por fuera y por dentro.
ResponderEliminarAbrazos
Una historia triste, donde lágrimas y lluvia se funden para llorar su dolor.
ResponderEliminarUn cálido abrazo
No me cabe duda que se avecinó una tormenta, después de tremenda decepción.
ResponderEliminarLa vida suele tener esos tragos amargos, tan solo el tiempo borra esas heridas del corazón.
Nostálgico poema!
Abrazos alados, Jerónimo.
wow que manera de expresar ... buena poesia... y si a la lluvia...
ResponderEliminarel sonido del silencio
Cierto Elisa,así es.La eterna tormenta interior que nunca cesa...
ResponderEliminarGracias por tu lectura,amiga.
Tu misma Lyli,perdona.Me olvidé de que la poesía cuando ya está en el papel deja de ser del autor para ser de todos y de que cada cual la interpreta a su manera.Es lícito y es hermoso que así sea.Y en este caso,en efecto,mucho más romántica tu versión...
ResponderEliminarAbrazo.
Al dolor solo lo limpia el tiempo y no siempre.
ResponderEliminarSaludos cordiales Toro.
Así es Trini,es curioso como a la mayoría nos pone triste,sobre todo a los sensibles.
ResponderEliminarGracias por tu visita amiga.
Lágrimas y lluvia fundidas,una bella imagen.
ResponderEliminarOtro abrazo pata ti Sneyder.
Gracias Diana.La vida es así,está hecha de alegrías y tristezas.Lo importante es saber llevar las unas y las otras.
ResponderEliminarAbrazos.
Gracias Nico,me alegra que te gustara.
ResponderEliminarSaludos.
Muy buen poema este también, Jerónimo, felicidades.
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