De la red
Un día se encontraron.
Se conocieron.
Ella dijo que él era una persona
muy sensible.
Él dijo que ella también era una
persona muy sensible.
Ella llegó a la conclusión de que
eran almas gemelas.
Se conocieron más a fondo.
Y ella se enamoró de él.
Él, aunque también muy enamorado,
tenía algunas sombras de dudas.
Por esa razón, se fue a ver a un
jardinero al que contó sus cuitas.
Y el jardinero le dio una
margarita.
Él se marchó deshojando la
margarita y, cuando le salió el SÍ, corrió veloz al lado de su amada para declararle su amor…
Pero cuando él llegó, su amada se
había ido del brazo del jardinero.
Y él se quedó mirando el tallo
pelado mientras pensaba en lo efímero que puede llegar a ser el amor, tan
efímero como las hojas de una margarita…
Un lindo cuento que tiene mucho de moraleja...
ResponderEliminarUn abrazo
Fina
lo bueno es la enorme cantidad de margaritas q existen
ResponderEliminarOpino como Fina.
ResponderEliminarUn abrazo.
el amor se vive no se cuenta quien lo cuenta y no lo vive
ResponderEliminarse queda pelado mirando pa'l horizonte
una fábula humana bien contada
abrazos
El amor a la vida nunca debería ser efímero. Besos.
ResponderEliminarPuede que sea efímero, pero también hermoso. Sí, como una margarita. O un buen poema
ResponderEliminarBesos
Me quiere mucho poquito o nada.... Si se fue con otro es que su amor no era suficientemente real, era un amor pasajero.
ResponderEliminarmariarosa
Que caprichoso es el amor, no deben haber sido realmente almas gemelas porque los dos seguirían caminando juntos el mismo sendero.
ResponderEliminarBonito post, amigo.
Abrazos.
El enamoramiento mi querido JOAQUÍN es lo que es efímero ... el amor, si de verdad nace, es eterno... y es así. Una madre no deja de querer jamás a sus hijos, ni alguien que de verdad ame a otra persona deja de amarle aunque puede que mute a otra cosa en el tiempo, otra cosa es que le solemos llamar a amor a cosas que nada tienen que ver con él o solo son parte de él... le llamamos amor a la pasión, al cariño, al deseo...
ResponderEliminarPreciosamente plástico este poema tuyo. Como un precioso cuento de primavera ... no sé, pero a mi me parece que tu flor voló demasiado pronto con el jardinero .. o estaba muy necesitada de cuidados o eso, su enamoramiento fue flor de un día ;)
Mil besos ... sin el sí, no, sí, no ... a ti aquí, sí, sin dudas ;)
Gran moraleja la de este cuento, menos mal que hay muchas margaritas...
ResponderEliminarUn placer leerte Joaquín.
Un fuerte abrazo y feliz comienzo de semana.
Un hermoso poema y muy reflexivo.
ResponderEliminarUn abrazo
Digo yo, que la enamorada no lo estaba tanto, o ya había esperado bastante, claro que hay veces que solo el amor verdadero sabe esperar, o… que el jardinero sea más interesante de lo que ni ella misma pensó. Me ha gustado leerte. Un abrazo.
ResponderEliminarSi el sentimiento amor es verdadero, no hay que tener dudas y deshojar la margarita, pues la moraleja lo dice todo. Muy bello Joaquín.
ResponderEliminarUn abrazo.
Si te lo piensas....pierdes
ResponderEliminarGracias amigos por vuestra presencia en este cuento primaveral.
ResponderEliminarAbrazos.
Genial metáfora del amor. El amor pueda ser tan efímero como el paso de una estrella fugaz. UN abrazo. Carlos
ResponderEliminarGracias Carlos por tu opinión.
EliminarUn abrazo