"Vestido de luto,con mi barba nazarena y mi breve sombrero negro,debo cobrar un extraño aspecto cabalgando en la blandura gris de Platero...los chiquillos gitanos...corren detrás de nosotros chillando largamente: ¡El loco! ¡El loco!" Juan Ramón Jiménez-"Platero y yo"
Un mundo que se olvidó de Platero, de Juan Ramón y del Pino de la Corona, aquel pino del cerro del que escribió: "...me gusta acercarme a su tronco y acariciárselo y mirar al cielo a través de su enorme y clara copa"
Ojalá los hombres -todos los hombres- entendieran que a los árboles también les gusta que los abracen y sintieran la necesidad de hacerlo. ¡Cuánto mejor sería encender sus venas de árbol con el fuego del corazón humano que encender sus ramas con el fuego voraz y destructivo del odio y la codicia!
Platero -le dije a mi burrillo-, vamos a esperar las Carretas. Traen el rumor del lejano bosque de"
Junio-2017
Cuanta razón Joaquín, no tenemos freno en nuestra avaricia, esa que nos hace ser esclavos encadenados a ese consumismo exacerbado, todo lo que tenemos y no valoramos nos hace vivir ansiosos de más y más sin darnos cuenta de que si nos paráramos un momento veriamos lo privilegiados que somos en esta parte del planeta y lo poco que lo respetamos. Un abrazo amigo.
ResponderEliminarCierto Maru,no tenemos remedio.
EliminarGracias por venir.
Qué pena tan grande y cuanta avaricia y locura, Joaquín. Me ha encantado lo de abrazar a los árboles y sobre todo lo de sentir la necesidad de hacerlo. Y qué lejos está el hombre de entender que ellos son nuestra vida, la fuente de nuestra propia vida.
ResponderEliminarUn abrazo.
No hemos aprendido nada Carmela,al contrario,vamos a peor.
EliminarGracias por tu opinión.
Un abrazo
Cuánta verdad hay en tus versos recordando al gran Juan Ramón, a su Platero, a Moguer, al mundo en que vivimos dando la espalda a la poesía... Y qué bien lo dices desde la tristeza de este mundo insensible... Gracias por tus palabras. Mi abrazo fuerte, Poeta!
ResponderEliminarGracias a ti Julie por tu presencia en mis inquietudes y mis poemas.
EliminarAbrazos,amiga.
Si no valoramos lo que tenemos más en los parámetros de precio y propiedad, lo perderemos todo antes quienes esgrimen más poder.
ResponderEliminarDuele el fuego arrebatando el verde, el fresco, el recuerdo y el ensueño, ¿aprenderemos esta vez?
Un saludo
Creo que no Pilar,nunca aprendemos.Quizás cuando llegue el día en que nos rodee el desierto,entonces sí nos lamentaremos de nuestra conducta estúpida.
EliminarGracias por tu visita.
Una enorme pena.
ResponderEliminarTriste mundo.
Un abrazo.
Cierto Amalia,triste y absurdo.
EliminarUn abrazo
Los árboles y todo lo creado, todo crece, vive y respira, hasta las piedras sienten el tacto del cariño.
ResponderEliminarSi el fuego es por mano del hombre, esa llama debería envolverlo, para que sintiera ese fuego en sus propias carnes.
Tal vez piensas que soy de sentimiento cruel, pero de esa forma es posible que aprendieran los demás, antes de cometer ese crimen.
Un buen domigo amigo Joaquín y un abrazo.
Ambar
Más crueldad es la del que incendia el bosque y coincido contigo,deberían sentir el castigo de las llamas en sus cuerpos,seguro que no volverían a intentarlo.
EliminarGracias Ámbar.
Abrazos
acá se sabe lo que es eso... todo el verano fue infierno acá
ResponderEliminarsi hasta el supertanker debieron de arrendar junto con el Ilyushin-76 fuera de toda la ayuda que llegó
abrazos Joaquín
Lo sé Elisa,tuvisteis un verano infernal.Al parecer los pirómanos y los malos políticos que no previenen los incendios, son universales.
EliminarUn abrazo
Unas palabras vivas, sinceras y templadas. Y además poéticas! Bonita manera de introducir la poesía, Joaquín.
ResponderEliminarAbrazos.
Dentro del infierno que es un incendio,hay que saber ver la parte poética,aunque sea en negativo.Por esa misma zona vivió sus aventuras JRJ, el autor del inmortal "Platero y yo" al que admiré siempre como poeta.Ello me llevó a enfocar el tema de esa forma.
EliminarGracias Ernesto
Dos cosas: El fuego que destruye árboles, colonias de aves e insectos, normalmente por la desidia de los dueños de predios y fundos. La otra es la alabanza que merece la naturaleza, en este caso por Juan Ramón Jiménez, del cual tengo toda su obra desde joven. Tu testimonio del de Moguer apaga un poco el fuego de esta desventura.
ResponderEliminarAbrazos.
Me alegra que coincidamos en admirar al poeta de Moguer y a su poesía.Un incendio en un lugar así,tan unido a su vida y a su obre,es más doloroso si cabe.
EliminarGracias Vicente por tu opinión.
Abrazos
Muy acertado, Joaquín, parece que se nos ha olvidado conversar con la naturaleza, escucharla y seguir sus consejos, más preocupados por intereses económicos individuales.
ResponderEliminarMuy cierto,cada día nos olvidamos un poco más de donde venimos y de aquello que es realmente importante para la vida.
EliminarSaludos.
Me descubro ante la lucidez y el lirismo de tu escrito, Joaquín. Enhorabuena.
ResponderEliminarSalud.
Gracias Julio.
EliminarSalud
Aplausos a tu mirada poética, a lo mas noble, hermoso y necesario que nos regala la vida, en este mundo que se rompe de indiferencia y de avaricia.
ResponderEliminarSiempre, mi abrazo
Tú lo has dicho todo,Socorro.Nos falta volver nuestros ojos hacia lo que realmente merece la pena.
EliminarAbrazos
Hemos perdido el horizonte, nos estamos cargando el planeta. Saludos
ResponderEliminarCamino de ello vamos,Manuela.Gracias por pasarte.
EliminarPasajes de "Platero..." que son bienvenidos a momentos cruciales como la destrucción de árboles, la tala y quema de los mismos. Bello mensaje para mover consciencias.
ResponderEliminarUn abrazo Joaquín.
Gracias Ceciely. Abrazos,amiga.
EliminarClaro¡ los árboles son seres vivos. Hoy pagamos cara la contaminación. A la reducción de los árboles, menos capacidad de generar oxígeno. Un abrazo. carlos
ResponderEliminarCierto Carlos,nos convendría respetarlos e incluso mimarlos.
EliminarAbrazo,amigo.