Llegaste
a mi vida desde el desamparo
de
un mundo sin alma que ataba tus manos,
venías
sonriendo, con miedo en los ojos,
buscando
el calor que abriera tus alas.
Creíste
que yo podría ser la llama
que
obrara el milagro de tu eterno vuelo,
pero
no sabías que el frío de mi alma
era
aún más frío que el gélido hielo.
Te
acogí a mi sombra sin un plan previsto,
sin
pena ni gloria, sin táctica alguna.
Pasaron
los días y no cambió nada,
tan
solo dejé de hablar con la Luna.
Pues
eran tus ojos los que me alumbraban
en
noches oscuras de lluvia, de viento
y
era tu belleza de diosa cercana
la
que me llenaba de gozo por dentro.
Celebré
el triunfo sin triunfar en nada,
por
el solo hecho de verte a mi lado.
Creí
que la vida me daba un abrazo,
que
era de justicia lo que fue un milagro.
Nadie
me engañó, me engañé yo solo,
porque
obvié tus ojos abiertos a un sueño,
porque
no besé tus labios rosados,
porque
nunca, nunca te dije “te quiero”…
Belleza de poema Joaquín, lo he sentido mío, somos muchos los que nos podemos ver ahí reflejados en este hermoso poema.
ResponderEliminarFeliz lunes.
Un abrazo amigo
Gracias Carmen.Así es,la poesía es universal.
EliminarAbrazo
pues los errores se pagan caro
ResponderEliminary las omisiones peor
un poema valiente en donde la voz hablante reconoce la derrota
de una vida impávida
felicitaciones por tu trabajo creativo
abrazos Joaquín
Gracias Elisa.
EliminarCierto,los errores siempre terminan pasando factura,todo tipo de errores.Pero son inevitables,somos humanos.
Abrazo y buen fin de semana.
Quizás tu protagonista lo que hizo mal fue dejar de hablarle a la luna.
ResponderEliminarUn poema bellísimo.
Tal vez sea así,hablar con la luna de vez en cuando sana por dentro.
EliminarGracias por pasarte.
El arrepentimiento no resuelve
ResponderEliminarBesos
Cierto,solo crea más angustia.
EliminarSaludos
Un buen poema, Joaquín. El poeta mira en perspectiva y se confiesa con claridad y entrega. La vida nos ofrece cada día un regalo, que no siempre sabemos valorar y ver, hasta que no lo tenemos...Y seguimos aprendiendo, a tropezones, a amar de forma incondicional...
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo, poeta.
Feliz semana, Joaquín.
Gracias Mª Jesús por tu acertado análisis del poema y de la vida.
EliminarMi abrazo y mis mejores deseos para el nuevo año.
Aún estarás a tiempo de rectificar, seguro...
ResponderEliminarbello y romántico. Abrazo
Gracias Socorro.Un abrazo
EliminarSin duda, un gran poema.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Amalia. Abrazos y Feliz Navidad.
EliminarBonito poema, para un espejismo...
ResponderEliminarUn abrazo
Un beso, un abrazo, un te quiero y más... Somos muchos los que en alguna parte de nuestra vida hemos cometido tamaña omisión.
ResponderEliminarSaludos, Joaquín.
Hola, Joaquín!
ResponderEliminarComo tens passado? Yo, bién, felizmente.
Estoy muy feliz por conseguir aceder a este teu blog y comentar. Antes, no lo conseguia.
Sabes o k me apetecia - sonrisas? Besar tu poema y yo ser a autora dele.
Para k querias tu la luna, si tenias la luminosidad dos ojos de tu amada? Por veces, tu eu-lírico me parece duro, cruel, miesmo. Pobrecita, nunca beijaste sua lábios rosados y nunca lhe disseste TE QUIERO, TE AMO. Ah, poeta, poeta, que escreves tão a mi gosto!
Besos con carino y no esqueças mi blog. Gracias!
Un bello poema Joaquín.
ResponderEliminarFuerte abrazo.
Feliz Navidad. Mis mejores deseos.
ResponderEliminarUn abrazo
Fuerte abrazo Joaquín. ¡Feliz Noche!
ResponderEliminarGracias,amigos por vuestra presencia en mis versos
ResponderEliminarAbrazos