Se oculta la mañana
tras un sol amarillo, casi enfermo,
y no veo sonrisas por las calles,
ni un gesto de esperanza,
ni una mirada franca,
ni un guiño de amistad.
Febrero nunca fue tiempo de risas:
si dejamos de lado el carnaval,
nunca trajo consigo grandes citas...
¡es tan poquita cosa como mes!
Tal vez por eso,
por su falta de brillo y de estatura,
inspira tal ternura
que en su justa mitad vive el amor.
Es como un niño triste
que perdió sus juguetes
entre la confusión del oleaje
que azota sin piedad los bajos fondos
de esta goleta herida sin rumbo definido.
Y este lunes al sol de la desidia
no pinta nada bien.
¡Pobre país! Triste regreso el tuyo
de una fiesta sin lustre, desnortada,
donde tan solo fuimos
estatuas sin alma,
invitados de piedra a un festín sin burbujas
tras la necia consigna
de que había que salvar la Navidad!
Nos creímos que el resto de los días
serían de vino y rosas
y sólo las espinas nos quedaron
detrás de las ojeras agrietadas
tras la amarga resaca
de la fatalidad.
Volvieron las penurias de hace un año
y las cifras de muertos por decenas.
Ha regresado el miedo a los hogares
de este país de coplas contra el hambre,
de aplausos en los ruedos contra el fraude,
de misas y rosarios frente a la adversidad.
De firmes tradiciones ancestrales
grabadas como a fuego en nuestros genes
tras siglos de incesante oscuridad.
Febrero se desliza entre la niebla
añadiendo un pellizco de ternura
a la amarga tristeza
de un tiempo de pandemia y soledad.
Un poema que es un lamento de dolor. No quiero conformarte, pero en Argentina, en pleno verano, el tema del covid, estan subiendo los contagios y la mayoría de las personas no se cuidan. En las playas la gente se amontona y muchos no usan barbijo. Como vez, estamos iguales.
ResponderEliminarUn abrazo.
Te entiendo a la perfección,Mª Rosa. Aquí,tras una trágica primavera,nos relajamos en demasía en el verano y a mediados del otoño comenzaron de nuevo a subir los contagios,aunque lo peor está pasando ahora como consecuencia de las fiestas de Navidad y Reyes,de gran tradición en España. Y según me cuentas,vais por el mismo camino,ojalá no sea así.Ante esto,solo nos queda cuidarnos y esperar el milagro de la vacuna,si es que se produce.
EliminarUn abrazo.
Amigo Joaquin, por acá en México, como dice Mariarosa, estamos igual, cada día mas muertos y contagios y sin vacuna.... muchos todavía dicen que la pandemia es mentira, que triste realidad. Saludos amigo, el poema es precioso a pesar de que duele.
ResponderEliminarGracias Sandra. Como le digo a nuestra amiga Mariarosa solo nos queda cuidarnos y tener fe en la ciencia.Todo lo demás son ganas de llamar la atención.
EliminarGracias por pasarte.
Un abrazo
Sé que cuando vengo a tu blog me espera siempre algo bueno y líricamente puro... Y así es. Hoy el tono es de gran amargura, intenso y desolado. Pero es que un poeta es la sensibilidad de su tiempo, no puede,ni debe, evitarlo.
ResponderEliminarMe quedo girando en esta belleza de estrofa:
"...Es como un niño triste
que perdió sus juguetes
entre la confusión del oleaje
que azota sin piedad los bajos fondos
de esta goleta herida sin rumbo definido."
Un fuerte abrazo :)
Cierto Maite,si no somos capaces de implicarnos y de participar de las sensibilidades de nuestro tiempo,mejor dejar de escribir. Agradezco tus palabras de apoyo y tu presencia en mi blog.
EliminarUn abrazo
Un detallado, y constatado, repaso a las realidades del momento, que si bien definen muy bien a este país, son extrapolables a cualquier lugar del mundo.
ResponderEliminarQue te hayas expresado en poema, no merma en absoluto, más bien al contrario, la claridad de tu análisis.
Gran abrazo Joaquín.
Cierto que en un mundo donde las noticias nos llegan nada más producirse y donde el fenómeno de la globalización es ya un hecho, cualquier tema que uno desarrolle desde su lugar con la mejor de las intenciones puede extrapolarse a otros muchos lugares incluso lejanos. Pero no me negaras,estimado Ernesto que este país nuestro tiene singularidades que otros ya desecharon hace tiempo por obsoletas,inútiles o conflictivas. También es verdad que la prosa facilita el trabajo a la hora de expresarse pero en este caso aproveché un viejo poema para adaptarlo al presente y,aunque confieso que el resultado no me ha entusiasmado en absoluto,he decidido publicarlo. Nunca se sabe,no todos (por suerte) tienen los mismos gustos que uno :)
EliminarGracias por tu análisis. Abrazos.
¡Qué detallado y dolido testimonio de nuestros días! Excelente, Joaquín.
ResponderEliminarSalud.
Muchas gracias Julio. De vez en cuando hay que sacar las tribulaciones a pasear aunque solo sea por airearlas. Un abrazo,poeta.
EliminarDejaré de lado las múltiples referencias literarias y cinematográficas con las que me relamo al leerte, esos lunes al sol, con su eutanasia, esos días de vino y rosas... con nuestro sempiterno convidado de piedra, sin contar la sabiduría popular... febrero, febrerín el más corto y el más ruin... y las coplas gaditanas de posguerra, y lista es larga.
ResponderEliminarY si bien he de darte la razón - porque además la tienes- de Esta España a la que no logramos apartar de nosotros su cáliz como versaba Vallejo, si bien el amor llega a compensar el 14, una valentía, una pizquita de ternura, por chiquita que sea... abracémosla, ya que será ese latido, ese respirador que en la UCI, necesiten nuestros órganos vitales para seguir latiendo, respirando, sintiendo... y dando un paso más hacia una primavera qué quién sabe cómo llegará... pero que ha de llegar, es un hecho.
Te dejo mil cariños, mi querido Poeta.
Y un ramo de besos por cada día febril,("febreril") que nos quede por seguir camin-ando.
Cuídate, Joaquín.
Toda la razón,querida Eva. Siempre hay que mirar con los ojos de la esperanza y agarrarse a lo bueno de la vida que sigue estando ahí,delante de nuestras afligidas narices. Pero ocurre,como le comento a Julio,que no viene mal sacar a pasear de vez en cuando a las penas,para que no se oxiden dentro. Y hasta puede tener su recompensa el hacerlo,no hay más que leer tu precioso comentario para sentirse vivo y acompañado en estos tiempos de pesimismo y tristeza.
EliminarGracias.
Un abrazo inmenso también para ti.
Que bien has dibujado con tus versos la realidad que vivimos, Joaquín.
ResponderEliminarAsí es y así nos va.
Ojalá alcancemos algo de cordura y podamos entonar en marzo un poema de grandes alegrías.
Un beso.
Ojalá,Carmela. Nos lo merecemos tras un año de inquietudes y de miedos.
EliminarAl menos,que empecemos a ver laluz al final del túnel.
Gracias. Un abrazo
Toda una crítica irónica, descarnada y con unas notas de ternura, que equilibra la aparente frialdad de ese mes de febrero, que pasa sin pena ni gloria.Nuestra querida España de charanga y pandereta("coplas, ruedos y rosarios")con sus viejas tradiciones, ahí está herida, de nuevo, aguantando el tirón, tratando de subsistir ante el virus, que no tiene piedad. Tus versos hacen un paseo magistral por el tiempo, el lugar y las caras de las gentes con tu genuino detallismo y perspectiva sabia y objetiva.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo por tu buen hacer, Joaquín.
No puede faltar esa pizca de ternura en todo cuanto hablamos o escribimos pues sin ella todo sería gris y frío. Tenemos que dar paso a la luz de la esperanza y creer que más temprano que tarde toda esta pesadilla terminará.
EliminarGracias Mª Jesús por tu siempre acertado análisis de cuanto escribo.
Un abrazo también para ti.
...añade un abrazo -aún mas largo y fuerte- a todos los anteriores, por tu excelente poema, amigo poeta.
ResponderEliminarY por ese rayito de esperanza, que aún nos queda.
Lo recibo encantado,Socorro.Gracias.
EliminarOtro abrazo grande para ti.
Esta triste realidad azota a todos los países. A más de la pandemia, en Canadá tenemos un duro invierno. Pero siempre quedan esperanzas para abrazar el futuro y darnos ese "pellizco de ternura". Realismo puro nos dejas en este febrero mocho.
ResponderEliminarUn gran abrazo que caliente el alma.
Hola Ceciely,me alegra volver a encontrarme con los amigos después de un tiempo. Cierto,esta locura es universal pero saldremos de ella para volver a la vida plena,sin duda.
EliminarAbrazos cálidos también para ti,amiga.Para tu invierno canadiense.
Excelente poema Joaquín, una realidad que poco a poco nos va matando.
ResponderEliminarPero no perdamos la esperanza, poco a poco se irá enderezando esta horrible situación.
Feliz viernes. Un abrazo
Muchas gracias Carmen por tus palabras de ánimo. Sí,hay que tener esperanza en que todo vuelva a su curso.
EliminarUn abrazo para ti también.
Excelente y muy real.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Amalia,otro abrazo para ti.
EliminarOjalá ese pellizco de ternura se extienda y nos cubra con un manto de esperanza. Un hermoso poema Joaquín.
ResponderEliminarAbrazos.
Seguro que así será,Conchi. Gracias por venir.
EliminarMuy bella tu entrada llena de vos y tus palabras
ResponderEliminarGracias Mucha. Un abrazo, amiga.
Eliminarque belleza y ternura despierta, febrero , mes de cumplevida familiar y arpegios de verano por acá , la vida nos sorprende cada vez que le dejamos actuar
ResponderEliminarabracitos de sol
Hola Elisa,cierto,la vida nunca deja de sorprendernos y el mundo tampoco,me cuesta imaginarme a enero y febrero con calor,pero sé que es así por tu tierra.
EliminarAbracitos.
Nada viene pintando bien desde hace un año. Joaquín.
ResponderEliminarEntre conductas que no se entienden, un señor que no da una con sus casos y marginalidades, los políticos que solo ven su silla, el virus que campa a sus anchas, las movidas con las vacunas, los que se vacunan como si fueran señores feudales, mal vamos.
Otro gran poema que aplaudo.
Abrazo.
Cierto Verónica,esto ya va durando demasiado y lo peor es que no se le ve el fin.Entre unos y otros no acabamos de aprender para nuestra desgracia.
EliminarGracias por dejar tu huella.
Bello, "un pellizco de ternura". Cuánto lo necesitamos. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminar