Afuera, la algarabía
de chiquillos alocados
que no paran de jugar.
Dentro de mí, la alegría
de esta juventud primera,
de esta feliz primavera
repleta de libertad.
Afuera, el sol del verano
y, a veces, pasos furtivos
que van a ningún lugar.
Dentro,tú y yo, desquitándonos
de tanto sueño oprimido,
de tanto libro didáctico
y de tanta soledad.
Afuera, las hojas muertas
bailando un rítmico vals
con el viento del otoño.
Dentro, nuestro dulce hogar:
dos retoños malcriados
y un amor tibio y cansado
de tanta mediocridad.
Afuera ruge el invierno
con furia.Cae la lluvia
golpeando en el cristal.
Dentro, yo, solo, decrépito,
llorando tu larga ausencia
y añorando aquel verano
en que me enseñaste a amar.
Poema, Jerónimo, ya veo la fecha, que tiene cierto tiempo y el encanto de tendencias actuales en la forma de tratarnos a nosotros mismos. Quizás, con respecto a otros momentos tuyos, se nos muestre un poco irregular, pero desde luego es valioso y obtenemos la información de tu buena utilización de los recursos poéticos, siempre tuve debilidad por la anáfora.
ResponderEliminarSigo buscando Jerónimo entre tus poemas y me pareces por lo que deduzco de ellos y de tus comentarios una persona sincera y de gran sensibilidad. Me gusta tu forma de tratar lo cotidiano donde, parece que no te permitieras un sólo guiño, a la presencia de la desviación literaria.
Coincido contigo en la estación del amor Jero, creo que es la más plena. Pues la primavera aunque entusiasta siempre sembrada de dudas y con muchas esperanzas que vibran por todos los lados alocando los sentimientos.
ResponderEliminarEl otoño sereno, dulce, cansino algunas veces... (mi opión); y el invierno un desastre. ¡Que frío!, jajaja.
Ya me di cuenta de la fecha, pero igualmente de bello como ahora.
Me encantó leerte en estas estaciones.
Un abrazo.
Hola Enrique,has vuelto a dar en el clavo.El poema es irregular porque está hecho a trozos.Quiero decir que el poema original,el de 1985,fue sólo la parte del verano.Más tarde,ya en la década de los dos mil,se me ocurrió completarlo con las otras estaciones comparándolas con las etapas de la vida.En principio la idea me pareció buena,pero el resultado no me satisface mucho.De todas formas,ahí está.
ResponderEliminarLa anáfora es también para mi uno de los recursos favoritos.
Gracias amigo por tu valiosa aportación y por tu seguimiento.
Te mando un abrazo.
Es normal que nos guste más el verano,hay más libertad para todo...jejejeje.
ResponderEliminarSin embargo,en este caso,lo que he pretendido es una comparación de las estaciones del año con la vida del ser humano.Para mi,la mejor,la infancia,la primavera.Las demás se van haciendo cada vez más difíciles de llevar a medida que la vida avanza.Es mi humilde opinión...
Gracias querida Elda por tu visita.
Aunque se haya escrito a trozos merecía volver a ver la luz.
ResponderEliminarLa vida sin trampa ni cartón.
Saludos.
miles de gracias insigne poeta por regalarnos la suprema belleza de tus versos, besinos con todo mi cariño y admiración.
ResponderEliminarSí,la vida de cualquiera resumida en un año.
ResponderEliminarGracias Toro por tu visita.
Gracias a ti asturianina por tu amabilidad con mis versos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Crudo paso del tiempo... como la vida misma.
ResponderEliminarSaludos
hecho a trozos? pues te quedo estupendo cuando lo completaste.
ResponderEliminarSi es que a mi,estás letras que se escriben con el corazón,me ponen tan romántica.(precioso)
Besos,paisano.
Hola Mothman.
ResponderEliminarAgradecido por tu visita y tu lectura
Saludos.
Gracias Mar.La verdad es que casi me gustaba más como estaba.sólo con el verano.Esas sí salieron del corazón.
ResponderEliminarGracias de nuevo y un abrazo.
La primavera es la luz, la vida, el sol, la fuerza...
ResponderEliminarUn beso.
Gracias María por tu lectura.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jerónimo muy nostálgico y muy descriptivo tu poema. La vida que es un pasar y esta hecha de trocitos de llanto y de caricias. Como una suma de recuerdos cuyo resultado es la propia existencia.
ResponderEliminarGracias por pasarte por mi blog y un abrazo, amigo.
Me pareció fantástica tu analogía de las estaciones del tiempo, con las de la vida.
ResponderEliminarAdemás escribes muy bello...
Besitos en el alma
Scarlet2807
Preciosa analogía.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Al final siempre existe alguien que nos enseña a amar o bien a quien aprendemos a amar.
Hasta pronto.
Hola Maribel.
ResponderEliminarGracias a ti por tu visita y tu amable comentario.
Te mando un abrazo.
Gracias Scarlet,me alegro que te haya gustado esta sucesión de estaciones.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Pluma Roja.
ResponderEliminarAsí es,tarde o temprano,siempre aparece alguien en nuestra vida para compartir el amor,por suerte.
Gracias por tu visita,amiga.