Gime el saxo en la azotea del viejo casino, frente a la playa de los ingleses. La pequeña orquesta se vacía tras una noche entera sin parar de tocar.
En la pista de baile, la última pareja apura el sabor de un largo beso que comenzó de madrugada, allá en el rompeolas.
La mañana reparte las nostálgicas notas a golpe de brisa y las lleva hasta el pinar que asoma por oriente, coronado ya de soles amarillos. Y los pinos comienzan a bailar con ritmo acompasado, moviendo suavemente sus redondas melenas de agujas puntiagudas.
Mil destellos brillantes surgen de entre las aguas de un mar aún dormido. Son diamantes tallados a golpes de agua y luz.
Un borracho de alcohol y soledad deambula por entre las dunas lanzando improperios al aire. Un famélico perro de ojos tristes, lo mira silencioso.
Mañana de domingo. El reloj de la torre deja caer las once.
Las gaviotas comienzan su propio festival de risas estridentes mientras sobrevuelan la lonja, hoy cerrada. Ellas ignoran todo sobre calendarios.
Y yo, sentado sobre un peñasco verdinegro amante de las algas, me eternizo mirando la bella inmensidad de un mar rizado apenas. Mientras, pienso en ti, como todos los días, como todas las horas...
Relato vibrante y lleno de sentimientos que ensalzan a la persona que lo ha escrito.
ResponderEliminarSaludos.
Mucho sentimiento, para todo...es lo que tú tienes........¡¡¡gracias por transmitirlos! Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarHay un vaho de nostalgia en estas letras. (O así lo veo yo en esta tarde)
ResponderEliminarUn abrazo desde el cantábrico.
Poeta de nostalgias que eleva su belleza a la prosa, eso veo en tus letras Jero, siempre pulsando sentimientos. Es muy bonito leerte.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un nostálgico fin de semana, narrado en una brillante prosa poética.Las primeras notas melancólicas suenan en el saxo junto a la imagen de los amantes besándose. Y vas recorriendo los rincones de esa noche hasta la madrugada y las primeras luces del alba sobre los pinos. Es entonces, en las primeras horas, cuando al contemplar el mar, flota en el azul la imagen de aquel amor.
ResponderEliminarPrecioso, Joaquín. Ya echaba de menos tus letras.
Un abrazo.
Después del concierto nocturno...La orquesta le entrega el testigo al alba, que va afinando sus instrumentos naturales y coloreando sus escenarios de la vida...Tú, testigo directo, vives con intensidad todos los cambios, ritmos y matices...Una preciosidad, que culminas con ese pensamiento nostálgico y entregado, que a todos nos emociona...Jerónimo.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo grande por compartir tu talento y buen hacer.
M.Jesús
ResponderEliminarHola, Joaquín Galán.
Es mi alegría de compartir su maravilloso trabajo.
Y encantos dulce mensaje de mi corazón.
Rezo por su felicidad y la paz mundial.
Gracias AMOR A nivel mundial, y su apoyo.
Tener un buen fin de semana. Desde Japón, ruma❃
has plasmado un paisaje preciso y mágico para el disfrute de la música y de la poesía
ResponderEliminarabrazos y buena semana Jerónimo
gracias por tus huellas
Gracias a vosotros por vuestra lectura y por vuestras amables palabras.
ResponderEliminarAbrazos amigos.
El mar y pensar en la persona que quieres, gran combinación.
ResponderEliminarBellísima postal hecha versos!
ResponderEliminarY junto a Charlie Parker me sumergí de lleno en la pista de baile.
Un abrazo Jerónimo.
Mi querido amigo, esto se puede resumir en : "paisajes que retornan" al compás de tus bellas letras que al final se traducen en un maravilloso recuerdo nostálgico de un amor.
ResponderEliminarSiempre un gusto leerte. Buen verano...
Abrazos.
El mar es apasionante y estar sobre sus aguas ,y sobre su arena deja huella en el alma...gracias por tu visita y tu comentario
ResponderEliminarun abrazo
Marina
¡Qué poético y hermoso, apreciado Jerónimo!
ResponderEliminarCordiales saludos y un fuerte abrazo
Bellísimas y nostálgicas palabra.
ResponderEliminarMuy hermoso.
Un abrazo grande.
Gracias por tu visita a La joroba del camello. Tu poema una maestría, para relatar la ocurrencia de varios momentos, en los cuales hasta las gaviotas tienen su espacio. ESe final sentado en un peñasco, frente al mar, y pensando en ella, exultante. UN abrazo.
ResponderEliminarPocos sitios se me ocurren más placenteros para pensar en la persona amada.
ResponderEliminarTu le hablas al mar y el te devuelve versos e inspiración.
Abrazos Jero.
que maravilla de relato poetico y ademas acaba con el maravilloso mar...yo a veces me firmo Mar en recuerdo de una persona a la que no olvido.
ResponderEliminarGracias por tu comentario tan cariñoso
te deseo feliz semana
besos Mar-ina
Qué tendrá la mar que tanto emborracha...? Será su brisa, su calma, su olor... Y qué tendrá el amor que tanto nos envenena el alma...?
ResponderEliminarUn abrazo querido, he disfrutado mucho leyéndote, me gusta como te expresas.
Me quedo con la ese beso deseado y por fin consumado en la pista de baile.
ResponderEliminarTu texto tiene un ritmo exquisito.
Saludos, Jerónimo y gracias por dejar tu huella.
Unas impresiones de la escena vivida perfectamente descritas, que se alojan en la retina imaginaria de quien lee, las que van haciendo interesante el texto a medida que se avanza en él...hasta que se llega a la última estrofa de la prosa y se nos quiebran las emociones con ese sentir tan profundo, y tan fiel!
ResponderEliminarFELICITACIONES, JERÓNIMO.
Excelente tu prosa.
Gracias a todos por vuestros amables comentarios a mi prosa.
ResponderEliminarAbrazos.
Querido amigo el pensamiento siempre es así... Siempre nos lleva donde queremos ir... y si es hacia la persona amada mucho mejor!! Como siempre genial!!
ResponderEliminarUn abrazo