He creído tanto
que al volver del lugar donde los
credos
estallan como pompas de jabón,
me convertí en estatua de sal
y dejé de creer hasta en mi sombra,
negra y rastrera espía de mis sueños.
He confiado tanto,
que al sentir en mis carnes las
heridas
de la injusta traición,
huí de las promesas infundadas
como el gato escaldado del hogar
donde se quemó el rabo.
He amado tanto,
con tanta candidez, con tanta luz,
que al quedarme más solo que la una
comprendí que el amor es solo un mito
que se inventan las almas solitarias
para
gritar consignas a la luna
–mudo testigo de nuestra soledad-
por tantas noches sufriéndonos
callada.
Y ahora que no creo, que no confío ni
amo
me pregunto ¿quién soy? ¿a dónde voy?
Y no encuentro respuestas adecuadas.
Ahora solo me da por escribir
retahílas de versos sin sentido
que ni la luna quiere ya leer
y hasta mi sombra he dejado de ver:
¡ no quiere ir atada a un resentido !
La luna siempre estará contenta de leer tus versos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Amapola,espero que así sea. Un abrazo
EliminarProfundo poema amigo Joaquin. La luna y yo te leeremos. Saludos.
ResponderEliminarPues agradecido a las dos,Sandra. Un abrazo,poeta.
EliminarAy Joaquín,¡qué tristes estos versos! y yo te comprendo...aunque Dios en su misericordia me ha dado a alguien a quien amar...(aparte de amarlo a él y a mis hijos y nietos)...Yo he pasado por momentos como el tuyo...donde incluso he escrito poemas muy amargos, que después he roto arrepentida, ya que el Señor en su bondad siempre termina convenciéndome de que me ama...y ya no lo puedo dudar, a pesar de tantos problemas de salud, de tantos problemas económicos...en fin...te podría nombrar una retahíla de amarguras en mi vida, pero no..he decidido darle la contra al diablo, que lo que más quiere es que reneguemos de Dios, y que nos volvamos ateos. Me encanta tu sinceridad al escribir, te siento tan humano, que nunca querré dejar de pasar por tu blog. Un abrazo. (Y disculpa si me extendí)
ResponderEliminarDisculpada,Ingrid, yo también soy de los que suelo extenderme en las respuestas.
EliminarA ver, el poema es solo eso,un poema y no significa que el autor (o sea, yo) esté hecho polvo aunque tampoco está uno como para dar palmas. Siempre admiré a quienes son capaces de encontrar consuelo a las penas en la religión,tal vez porque yo también lo encontré una vez. Es cierto que el poema no es un compendio de alegría precisamente pero, ¿existe alguien que por momentos no se haya sentido así alguna vez?. Creo que la poesía debe recoger y expresar los sentimientos no solo personales sino los de todos,por eso es universal.
Gracias por tu seguimiento y por tu bello comentario. Siempre serás bienvenida a esta mi casa literaria.
Un abrazo desde España
Dicen de los poetas que escribís sobre mil temas... Y que en ellos ponéis alma y corazón. Pero que no siempre sois los "sujetos" de lo que contáis. Y quiero creer, ¡creo!, que este en cuestión es uno de ellos. Si bien puede que tenga algún atisbo de lo personal...
ResponderEliminarPor otro lado, fue publicado hace dos días... Y no todos los días son iguales!
Abrazos Joaquín.
No vas descaminado amigo Ernesto. Alguien dijo también que,junto con los políticos,los poetas son los que más mienten. Como ya le dije a Ingrid,cuando se escribe poesía hay que intentar que en ella queden reflejados no solo los sentimientos propios sino también los de los demás con el objeto de que,a quien te lea,le comunique algo comprensible. Con eso no quiero decir que todo lo que escribo sea ficción ya que uno forma parte de ese conjunto de seres capaces de sufrir los mismos reveses que la mayoría. El poeta lo que hace entonces es poner sobre el papel sentimientos y sensaciones,a veces propios,pero siempre universales.
EliminarGracias Ernesto por tus análisis siempre interesantes. Un fuerte abrazo.
Abrazo compartido amigo. Siempre un placer saber de ti.
EliminarPoema que llega profundo
ResponderEliminarmi amigo,así es la vida,
algunos aman y son correspondidos
y otros ni aman ni los aman,
pero debe de ser triste.
Besitos dulces
Siby
Cierto Siby,así es por desgracia. Gracias por llegarte hasta aquí.
EliminarUn abrazo
Que profundo y doloroso poema. Creo que todos hemos pasado por momentos así, pero la vida nos fue enseñando que sin fe, sin amor, no se puede vivir.
ResponderEliminarMe has emocionado.
mariarosa
Cierto Mariarosa,sin amor y sin creer en algo,la vida es difícil.Por suerte las crisis de este tipo no suelen durar. Gracias por pasarte,amiga.
EliminarTus poemas son muy buenos.
ResponderEliminarY siempre tienen sentido.
Otra cosa es que vivir no es fácil y que hay momentos en la vida en que uno no le encuentra el sentido a nada.
Entonces es cuando vivimos por instinto de supervivencia.
No queda otra.
Saludos.
Gracias mil por tu opinión,Toro. Y sí,muy cierto,la vida no es un camino de rosas para casi nadie, es más bien un camino de guijarros con algunos tramos de suave y verde césped.Aún así,la amamos.
EliminarSaludos
Tus versos traducen esa anomia a la creencia. Los valores han perdido vigencia, porque dejaron de ser principios rectores de la verdad, la que se mide hoy en la mendaz traición, el desamor, la ausencia de lealtad. El maltrato al otro, el poco respeto por la diferencia, y la exclusión sin miramientos. Un abrazo. carlos
ResponderEliminarA lo que siempre hemos llamado "valores" han dejado de ser algo sublime y universal por el hecho de que solo lo practicaban ya como "principios rectores de la verdad" un número reducido de personas honestas mientras que el resto solo lo aplicaban de cara a la galería.Tras siglos de oscuridad,el mundo ha despertado ante las injusticias,algo que provocará más de un conflicto con los antiguos poderes acostumbrados a ser los únicos dueños del mundo.Ese es mi punto de vista,Carlos. Nos queda la esperanza de que tras la guerra,vendrá una paz verdadera y duradera,un mundo más de verdad,más justo.
EliminarAbrazo,amigo.
Hola Joaquín,ya uno pierde la esperanza
ResponderEliminarque todo normalice con lo que estamos
viviendo, estamos peor cada día,ya no hay
interés y hasta las ganas de vivir se pierde,
un placer admirar tus letras.
Besitos dulces
Siby
Muchas gracias Siby. Vendrán tiempos mejores,sin duda.
EliminarUn abrazo
Me parece que te equivocas...He visto a la luna incorporarse por tu ventana para leer a su poeta favorito...
ResponderEliminarEl desengaño forma parte de la vida...y de la poesía. Yo creo que los poetas somos perennes idealistas, que de nuevo vuelven a soñar...y a defraudarse.
Haces bien en desahogarte de bella manera.
Un abrazo
Besos
Puede,la luna y yo tenemos pleitos continuos,somos de esos amores reñidos pero al final siempre queridos.
EliminarNo lo dudes Maite,no hay nadie más idealista que nosotros,a los que un día nos dio por empezar a escribir versos sobre lo humano y lo divino sin prever las consecuencias: y es que a veces esos mismos versos pesan como losas y necesitamos patalear para librarnos de ellos.
Gracias por tus huellas,siempre luminosas.
Un abrazo
ResponderEliminarQuien soy?... Adonde voy?...Acaso puede alguien responder esos interrogantes?... Pulvis eris...
Un placer siempre, poeta.
En efecto Socorro,solo los estúpidos creen tener certezas sobre esos interrogantes. Y sí,polvo somos...poco más.
EliminarEl placer es mío.
Creer, confiar y amar. Tres puntos importantes que dan sentido a la vida, en ellos nos reconocemos y con ellos logramos paz y equilibrio. Nos dejas una perspectiva de esos momentos de crisis que todos tenemos, porque la vida nos golpea, Joaquín. Pero el resentimiento no nos hace bien y volvemos a creer, a confiar y a amar para seguir siendo y sentirnos vivos.
ResponderEliminarMi felicitación por tu rotunda sinceridad, emoción y entrega a las letras.
Mi abrazo entrañable y admirado amigo poeta.
Como bien dices,solo son momentos de debilidad. Acto seguido,volvemos a creer,a confiar, a amar...entre otras razones porque en esos tres verbos reside la esencia de la vida.
EliminarGracias por tu presencia y por dejar tu valiosa huella en esta mi casa poética.
Abrazos,amiga.
La vida misma en este valiente poema.
ResponderEliminarCuando la desilusión y la decepción crecen, inevitablemente nos resentimos. Cuesta volver a confiar si hay mucho dolor. Y la confianza, lo es (casi) todo.
Hay que aceptar estas partes oscuras porque en ellas también somos.
Te felicito. Excelentemente expuesto.
Abrazo.
Así es,la vida está hecha de luces y sombras y ambas son necesarias para aprender el difícil arte de vivir.
EliminarGracias Verónica. Un abrazo.