-I- En
aquellas noches del verano, bajo
un cielo cuajado de luceros, salían
a pasear por la avenida que
terminaba en la Cruz de los Caídos, allá
junto a las eras. Iban
todas cogidas de los brazos y sus ojos, cual
faros basculantes en la noche, no
dejaban debuscar ese rostro soñado,
deseado, de
su último amor entre las sombras. Ella
traía de casa la sonrisa y
el brillo en su mirada se encendía cuando
al fin se encontraba con su él que,
absorto la miraba con ojos muy abiertos, sin
tregua en la mirada, como
cuando la luna se extasía mirando
a un mar sereno y apacible. Y
al verlo, sus mejillas se ponían como
las amapolas en verano que,
con cada vaivén del viento cálido, lucían entre el trigo cual
palpitantes brasas del hogar. Y
era esa luz serena y palpitante de
su rostro en la noche del domingo la
que cubría de gloria su existencia de
joven soñador enamorado. La
que hacía de su vida una balsa serena de
cristalinas aguas donde
el cielo bajaba cada tarde a contarse las nubes por
si alguna faltaba. Que
a la noche, a la mágica hora de la lluvia de sueños, todas
y cada una serían necesarias. Cuando
llegó el invierno, él
tuvo que marcharse tras la vida. Se
dejaron de ver y solo se llevó como recuerdo el
brillo rutilante de sus ojos, dos
faros inocentes que creía ver brillar en
las horribles noches en
que su mar de fondo se agitaba bajo
el fiero fragor de la tormenta.
Joaquín, tu poema nos muestra el tiempo de juventud y del verano con sus sueños, sus amapolas y el fuego del sentimiento a flor de piel...Todo ello queda grabado en la piel y en el alma...Pero la vida avanza y llega la madurez, el invierno; el corazón se aferra al recuerdo nostálgico y trata de luchar con ese mar interno tormentoso de la soledad...Muy realista y emotivo, teniendo la naturaleza como testigo y partícipe de las experiencias...Precioso, Joaquín. Mi abrazo entrañable y admirado siempre por tu buen hacer. (ya te dije en el otro post que, tus poemas no se me actualizan.)
Tal cual lo has explicado, Mª Jesús. Gracias por tus certeros análisis a mis escritos. Creo que ya solucioné lo del blog, espero que así sea.Gracias de nuevo por el aviso. Fuerte abrazo.
Que bonito poema Joaquín, cómo han cambiado los tiempos, aquellas noches donde encontrarse era una emoción, hoy ya no la viven los jovenes. Otros son los amores, pero los mayores tenemos el recuerdo de un tiempo diferente que tan bien se vive en tu poesía.
Muy cierto, Mariarosa. Aquellos encuentros eran reales. Los de ahora suelen ser más virtuales que reales y, claro, se convierten en elgo más frío, menos intenso. Gracias por tu aporte a mis letras. Un abrazo
Joaquín, por fin veo el poema ESPEJISMOS I en mi escritorio, ha tardado en entrar, cuando te comenté no estaba, le ha costado horas entrar, pero ahí está. Mi abrazo de nuevo, amigo.
¡espejismos veraniegos en otoño! Mmmm me gusta y .. qué bonito te ha quedado esto.. porque además ¡ parece que ha llegado el verano a tu blog! y mira que hace frío hoy aquí.. ; ) lo has llenado todo de luceros, preciosas noches veraniegas y trigo jaspeado de amapolas .. encuentros inocentes, miradas furtivas que se buscan, miradas enamoradas, soñadoras y después .. esperanzadas.. a mi me gusta leerte así, siempre con esperanza : ) Porque a cuantísimas tormentas habremos sobrevivido todos pensando en esa mirada que llevamos guardada dentro… ahí, en lo profundo de nosotros ¿ verdad? ; ) Un beso grande, buen finde y mil gracias JOAQUÍN!
Hola María! A veces hay que traer el verano a nuestro invierno para sentir que la vida no es solo frío y viento. Me he encantado tu comentario, un resumen lleno de luz, de esa luz que desprendes tú. Te debo dos o tres visitas,ya he perdido la cuenta.Pero eso tiene remedio :) Fuerte abrazo.
El amor, pasa que este puede venirse a menos, no porque los amantes quieran, sino por el destino que lo aparta y separa, como en el poema. Un abrazo. Carlos
Los amores amantes y relaciones humanas nos hermanan
ResponderEliminarAbracitos 🤗
Así es , Elisa. Son algo universal.
EliminarAbracito casi navideño ya.
Joaquín, tu poema nos muestra el tiempo de juventud y del verano con sus sueños, sus amapolas y el fuego del sentimiento a flor de piel...Todo ello queda grabado en la piel y en el alma...Pero la vida avanza y llega la madurez, el invierno; el corazón se aferra al recuerdo nostálgico y trata de luchar con ese mar interno tormentoso de la soledad...Muy realista y emotivo, teniendo la naturaleza como testigo y partícipe de las experiencias...Precioso, Joaquín.
ResponderEliminarMi abrazo entrañable y admirado siempre por tu buen hacer.
(ya te dije en el otro post que, tus poemas no se me actualizan.)
Tal cual lo has explicado, Mª Jesús. Gracias por tus certeros análisis a mis escritos.
EliminarCreo que ya solucioné lo del blog, espero que así sea.Gracias de nuevo por el aviso.
Fuerte abrazo.
Que bonito poema Joaquín, cómo han cambiado los tiempos, aquellas noches donde encontrarse era una emoción, hoy ya no la viven los jovenes. Otros son los amores, pero los mayores tenemos el recuerdo de un tiempo diferente que tan bien se vive en tu poesía.
ResponderEliminarmariarosa
Muy cierto, Mariarosa. Aquellos encuentros eran reales. Los de ahora suelen ser más virtuales que reales y, claro, se convierten en elgo más frío, menos intenso.
EliminarGracias por tu aporte a mis letras.
Un abrazo
Joaquín, por fin veo el poema ESPEJISMOS I en mi escritorio, ha tardado en entrar, cuando te comenté no estaba, le ha costado horas entrar, pero ahí está.
ResponderEliminarMi abrazo de nuevo, amigo.
Me alegra saberlo. A ver si se mantiene así.
EliminarLo que pudo ser y no fue...
ResponderEliminarLos "qué hubiera sido si...".
Últimamente pienso mucho en eso.
No sé por qué.
Buen poema.
Saludos.
Yo llevo media vida pensando cosas así. Aunque sé que no es sano, a veces es inevitable.
EliminarSaludos Toro.
¡espejismos veraniegos en otoño! Mmmm me gusta y .. qué bonito te ha quedado esto.. porque además ¡ parece que ha llegado el verano a tu blog! y mira que hace frío hoy aquí.. ; ) lo has llenado todo de luceros, preciosas noches veraniegas y trigo jaspeado de amapolas .. encuentros inocentes, miradas furtivas que se buscan, miradas enamoradas, soñadoras y después .. esperanzadas.. a mi me gusta leerte así, siempre con esperanza : )
ResponderEliminarPorque a cuantísimas tormentas habremos sobrevivido todos pensando en esa mirada que llevamos guardada dentro… ahí, en lo profundo de nosotros ¿ verdad? ; ) Un beso grande, buen finde y mil gracias JOAQUÍN!
Hola María! A veces hay que traer el verano a nuestro invierno para sentir que la vida no es solo frío y viento. Me he encantado tu comentario, un resumen lleno de luz, de esa luz que desprendes tú.
EliminarTe debo dos o tres visitas,ya he perdido la cuenta.Pero eso tiene remedio :)
Fuerte abrazo.
Qué arte tienes. Cómo sabes escoger la palabras y ordenarlas. Me ha encantado el poema!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y buen domingo.
Gracias Gumer, tú sí que tienes arte!!
EliminarBuena semana también para ti.
Un abrazo
Siempre el poema sentido, bello, natural. Reflejando la vida tal cual es... Sólo hay qué saber mirarla!
ResponderEliminarAbrazos amigo poeta!
Gracias Ernesto. Abrazos.
EliminarEl amor, pasa que este puede venirse a menos, no porque los amantes quieran, sino por el destino que lo aparta y separa, como en el poema. Un abrazo. Carlos
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